Se puede ver una sala oscura, solo iluminada por unos focos, en el un castaño que dio un suspiro pesado y resoplo lleno de cansancio, abriendo la puerta hacia las calles iluminadas, dando su mejor cara.
-Me voy.
No recibió respuesta, tan solo se marchó.
Jonathan Rymer de 17 años de edad, vestía con ropa de lujo, lleno de elegancia y clase, con algunos adornos como un reloj de la marca Gucci en la muñeca, y un collar con la cruz de cristo alrededor del cuello.
A simple vista un chico que lo tiene todo, una familia adinerada, va a una escuela de elite. ¿Qué le podría faltar?.
-Hola Jonathan, ¿Que tal a estado tu madre?.
Su mejor amigo, Bruno Fernsby, le pregunto. El vestia un pantalon negro, zapatos oscuros, y una camisa azul, no tenia adornos y su cabello negro se peinaba en rulos.
-Sigue muy enferma, su cáncer sigue aumentando...
-Espero que se recupere en verdad. Tu madre es fuerte como tu, podrá lograrlo.
-Gracias por las palabras amigo.
Las clases pasaron, el notó como una chica lo había estado mirando. Durante el receso decidió hablarle.
-Hola, eres nueva en el colegio?.
-Ah, si. Mi nombre es Emma Sallow, un placer.
Su sonrisa era brillante como su pelo rubio y ojos azules. Vestia una falda azul, medias blancas hasta la rodillas, los zapatos oscuros normales de toda institucion, y una camisa blanca con botones negros.
-Jonathan Rymer, encantado, ¿Por que viniste a este colegio?
-Me acabo de mudar a Nueva York, y me dijeron que esta era el colegio mas prestigioso, espero que así sea.
-Estoy seguro que no te arrepentirás de venir.
Ambos sonrieron, y sin más Emma se marcho por el piso verde con detalles de marea de la institucion. El noto como su profesor de química Mylan Relish se le quedaba viendo.
Supuso que solo juzgaba a la alumna nueva, realmente el era uno de sus maestros favoritos, pues era todo un profesional.
-Ya quieres ligarte a la nueva?.
El pelinegro llego de golpe, asustandolo un poco.
-No molestes Bruno.
Ambos amigos rieron.
Finalmente salieron de clases cumpliendo el día. Jonathan llego a su hogar, siendo recibido por su ama de casa.
-Mi padre aun no llega Frederica?.
-No, lo lamento joven Jonathan.
La sirviente rubia se vio algo triste. Ella vestia un pantalon azul, zapatillas, y una remera amarilla que combinaba con su cabello.
-Tranquila, lo llamare.
El joven fue hasta la sala dejando su mochila azul en el sillon lila de la sala, agarrando su IPhone ultimo modeló marcó el numero de su padre.
-Que pasa Jonathan?.
-Dijiste que hoy si vendrías a comer...
-Lo siento hijo, tengo mucho trabajo en la empresa, será otro día.
-Siempre dices lo mismo...
Colgó sin dejar que su padre contestará. Dario Rymer jamás tenía tiempo para su hijo.
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Camino a la Demencia
Non-Fiction¿En donde puedes quedarte en el momento que lo pierdes todo? ¿Qué separa a ricos de pobres?. ¿Enserio crees que los millonarios siempre son felices? ¿Qué no les falta nada? ¿Qué todo es lo que aparenta? ¿Qué nadie además de ti posee problemas? Que t...