Capitulo 3

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Acabó de dejar a mi prima en su apartamento ya que tenia que arreglar su equipaje para el viaje que tendríamos mañana, es una de las pocas cosas buenas que tiene el ser multimillonaria; el poder viajar, comprar y adquirir todo lo que quieras sin ningún tipo de problema.

Pensarán que la vida no es así y que solo soy una niña mimada. Error la vida si es así cuando naces y creces con ciertos privilegios con los que nací yo. Claro no siempre mi vida fue perfecta, en mi niñez casi no supe que era tener a mis padres todo el tiempo, claro estuvieron cuando los necesitaba pero no siempre y eso no quiere decir que sean malos padres y tampoco los juzgo ya que me dieron esta vida que desdichadamente no todos pueden tener como me gustaría que así fuera.

Ya para mí adolescencia mis padres estaban más presentes y lo agradecí ya que fue la etapa más difícil y rebelde de toda mi vida. Aun sigo siendo un poco rebelde y fiestera pero soy una mujer más madura tengo un titulo, una imagen y una empresa que es totalmente mía.

Estudie arquitectura por mi padre ya que era algo que el quería que aprendiera y en su momento me encantaba de hecho sigo amándola pero el destino tenia otros planes para mí y decidí crear mi propia marca de cosméticos y hoy en día es una de las marcas mas reconocidas del mundo del maquillaje.

Llego y parqueo mi auto en el garaje de mi casa en la cual vivo sola desde hace aproximadamente dos años justo cuando me gradué de la universidad. Fue un trauma para mi madre que su princesa decidiera mudarse sola ya que soy la menor y siempre ha querido que sea una versión de ella más joven, pero yo necesitaba realmente vivir sola, necesitaba mi espacio y mi privacidad, cosa que no tendría viviendo en el mismo techo que ellos.

Entro a mi casa y veo a Luisa arreglando la mesa para la cena. Cosa rara en ella porque nunca hace eso al menos que yo reciba visitas o se lo pida, no sé qué mosca le pico.

-Buenas noches Luisa, que tal tu día?.- digo dejando mi bolso en el mueble y mirándola detenidamente.

-Buenas noches señorita Jenssen, todo bien. Ya casi la cena está lista.- dice ella con una sonrisa encantadora. Y yo no puedo evitar mirarla como un bicho raro.

-Ok, ahora dime a que se debe esto y porque estas actuando así?- le pregunto por todo esto que es sumamente raro.

-suspira.- Bueno es que estoy conociendo a un hombre que esta un bombón y pues le dije que estaba arreglando la mesa para cenar y lo que menos espere fue que me pidiera una foto de la mesa.- habla rápido y yo cambio mi cara a una de burla.

-O sea que todo este encanto al llegar era para que yo no preguntara porque arreglaste la mesa verdad?- pregunto alzando una ceja.

-Exacto, siempre tan inteligente mi jefita hermosa.- me dice con adulación «si Miranda le regalara un poco de actitud profesional a esta insolente».

-Bueno, te dejo ahí con tu mesa, me iré a duchar en lo que la cena está lista, por cierto arreglaste mis maletas verdad?- Pregunto antes de subir.

-Si ordene toda la ropa que me dijo en las dos maletas, que parece que se va por un mes.- dice esto último en voz baja, pero la ignoro.

Subo las escaleras hasta mi habitación. Entro en ella y lo primero que veo es mi hermosa y grande cama de donde no me gustaría salir nunca pero Luisa esta haciendo la cena y yo necesito una ducha rápida. Veo las maletas en una esquina de la habitación así que no me preocupo por arreglar nada.

Me desvisto y voy directamente a la ducha y dejo que el agua caliente caiga como cascada limpiando cada centímetro de mi cuerpo y mientras me ducho solo pienso en que voy hacer con Josh ya que no es sano seguir en lo que sea que tengamos ahora. Ya llevo rato en la ducha dándole mente a tantas cosas, que no me acordaba que Luisa estaba haciendo la cena.

Salgo de la ducha y me dispongo a ponerme ropa interior de algodón no uso sostén ya que no hay nadie en la casa aparte de Luisa y los chicos de seguridad y me pongo una pijama larga de tirantes color rosa con besos rojos y unas pantuflas blancas.

Bajo las escaleras y ya puedo oler el delicioso olor de lo que sea que haya preparado mi hermosa Luisa que aunque sea una mal hablada es un amor y la aprecio bastante, llego al final de las escaleras y me aproximo al comedor donde puedo apreciar que la muy hija de su santa madre desmontó la mesa «Dios dame paciencia» voy a la cocina y la encuentro esperándome con dos platos.

-No puedo creer que hayas desmontado la mesa sin antes esperar que yo cenara- le reclamo

-Usted siempre cena aqui en la cocina conmigo, así que no haga dramas que usted sabe porque había arreglado la mesa.- dice como si fuera lo mas normal. Inhalo y exhalo porque no vale la pena ni siquiera contestarle.

Me siento justo al frente de ella y veo que preparo una rica pasta con camarones y pollo, su especialidad. En lo que voy cenando, me dedico a revisar mis redes sociales y responder uno que otro mensajes.

Veo que mi novio Josh a posteado una foto de él donde se ve bastante bien sonriendo y relajado encima de su coche mientras alguien captura el momento, la foto esta increíble le doy like y le comento muchos corazones pero no todo esta perfecto en esa foto como lo vi hace un rato hay un detalle. En el cristal del carro se ve claramente que una chica tomo esa foto y esa no fui yo.

Me enfurezco de una manera increíble por lo idiota que es ¿como no se fija en un detalle tan simple como chequear algo así? se ve claramente que no soy yo e inmediatamente borro el comentario y el like. Si así de madura soy.

Entro a mi WhatsApp buscando el chat del estupido de Josh y me encuentro con un montón de mensajes de personas preguntándome lo mismo quiero saber. Obviamente le tire capture a la estupida foto y se la envió.

-"Josh, ¿quieres explicarme esa foto que subiste?"- le pongo justo después de mandar la foto el muy imbecil solo me responde con un- "¿que tiene la foto?"- simplemente no puedo creer que este actuando como si nada pasará.-"¿como que, que tiene Josh? No estas viendo que se ve claramente que una chica la tomó"- le respondo con la poca paciencia que me regalo Dios.

Por cosas como estas es que realmente me planteo si vale la pena desperdiciar mi vida con una persona que ni siquiera se toma un momento para tomar en serio las cosas que me molestan, se la clase de mujer que soy y lo que valgo, realmente estoy en esta relación porque pienso que soy masoquista o porque los años me pesan.

Su respuesta tarda en llegar y solo me contesta- "ah eso, no te preocupes bebé solo fue una amiga, sabes que solo tengo ojos para ti mi reina te amo demasiado y lo sabes".- Es la explicación más estúpida y vacía que he visto en mi vida.

Decido que es mejor olvidarlo e irme a dormir, no pienso ponerme a reclamarle nada cuando es obvio que no le interesa nada, me despido de Miranda y subo las escaleras y me acuesto ya que mañana sera un gran día y necesito muchas energías.

Enamorada del socio de PapáDonde viven las historias. Descúbrelo ahora