A costas de - 02: La autoridad

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Elizabeth:

Perdí a Mel... Perdí a Mel... Melvin... Melvin...

Y eso era en todo lo que podía pensar.

No supe en qué momento nos separamos.

Es mi culpa, yo solté su mano.

-Oye muchacha. ¿Sigues con nosotros?

Rodrick se detuvo frente a mí, y entoces bajó a su niña para estirarse. 

Nos encontramos en una esquina que está lo bastante lejos de todo el caos del centro.  Un par de personas está intentando llamar por su celular, maldiciendo las circunstancias por no poder comunicarse con quienes quieren hacerlo.

-¿Estás llorando?

La niña señaló a mi rostro, y entonces pasé mi manga derecha para secar las lagrimas que no lograba percibir cuando caían.

-¿Te sientes bien?

-No... no lo estoy.

Sollocé por unos pocos segundos. 

Cada parpadeo era volver a ver el rostro de Mel, y es por ello que decidí mantenerlos cerrados, e imaginaba, e intentaba pensar en que él estaría bien.

-Necesitas recomponerte lo antes posible. 

-Lo sé... es que...

-Tranquila, Eli. Volveremos por él, pero deberemos ir por estas calles sin tanto transito

Tomé un largo y profundo respiro, miré hacia al celo que se hacía cada vez más obscuro, y entonces solté todo el aire y miré hacia adelante.

Pude ver cómo una mujer cayó al suelo, e inmediatamente un señor la ayudó a levantarse, ente hombre inmediatamente la abrazó, para después seguir su camino a paso seguro.

Miro por cada calle a nuestros alrededores, Rodrick hace lo mismo, solo que yo estoy concentrada en ver algún rastro o la presencia de Mel, mientras que él parece estar buscando algún lugar donde poder escondernos. 

Necesito distraerme, y debo admitir que también me siento segura estando al lado de un hombre tan grande. La hija de Rodrick lo mira fijamente.

-¿Estás cansada? ¿Necesitas algo? -Le pregunté.

Ella atina su mirada hacia mí, solo que sentí que miraba directamente a mis ojos. Sin responder a mis preguntas se apegó más a su padre.

-¿Tú estas cansada? ¿Ya te siente mejor? -Me pregunta Rodrick.

-Sí, solo estoy preocupada por Mel. -Dije después de un largo y profundo respiro.

-¿Eso quiere decir que puedes correr?

Con esa pregunta, y con la seriedad con la que lo dijo me di cuenta que en caso de peligro debía valerme por mi misma, y no lo culpo, si llegara a presentarse algún problema, Rodrick se enfocará en rescatar a su hija por sobre todo.

-Sí, intento convertir el miedo en adrenalina.

-Esa es la actitud. Julie, arriba. -Dijo él subiendo a su hija a su espalda.

La niña parecía firme y atenta sobre la espalda de Rodrick.

-¿Ves algo interesante, nena? -Pregunté.

-Veo muchas personas, y fuego por esa calle.

Nada de lo que nosotros no  pudiéramos divisar, pero bien ya que ni siquiera nosotros sabemos lo que necesitamos.

-Un vehículo no nos vendría mal. 

-No creo que podamos pasar con un auto entre medio de toda esta gente.

-Si queremos pasar debemos hacer lo que sea.

En ese momento, las luces de la ciudad comenzaron a fallar, para luego apagarse en su totalidad a su tercer parpadeo. Con ello los gritos se incrementaron a todo dar.

Los vehículos de la calle y del fuego en la calle cercana producen la única  fuente de luz,  a lo que eran solo una poca ayuda para poder comprender y ver como las personas se siguen empujando mientras corren por doquier.

La gente comenzó a correr junto a los autos, un rebaño siguiendo el camino de luz de los autos.

Un hombre cayó al suelo, y en ese momento un demente se le abalanzo, y a los pocos segundos comenzó a correr sangre mientras él gritaba desesperado intentando quitárselo de encima.

-Se acabó, ya no podemos seguir aquí.

Rodrick tomó mi mano con fuerza y sentí cómo casi caigo al suelo mientras me tiraba al dirigirse hacia una patrulla con sus luces apagadas y su ventana abierta.

Una mancha de sangre en la puerta del conductor indicaba que algo había salido mal, a lo que Rodrick decidió acercarse con cuidado, revisando los asientos traseros y delanteros.

-¿Tiene las llaves?

Abrió la puerta al preguntarle, a lo que asintió con un eufórico "Sí" con una sonrisa siguiendo de la respuesta. Entonces subió al asiento del conductor, mientras yo seguí su instrucción de sentarme con Julie en el asiento trasero, abrochando nuestros cinturones de seguridad al instante.

-Estamos listas. -Dije cerrando las ventanas.

Encendió el vehículo, a lo que la sirena comenzó a funcionar. Las luces rojas y azules revelaron que un policía se acercaba rápidamente con su pistola en mano, apuntando al rostro de Rodrick una vez lo vio en el asiento del conductor

-Sal de la patrulla, ¡Ahora!

El policía se encontraba todo sudado, sus ojeras delataron lo exhausto que se encontraba, y sus manos temblorosas eran señal de sus nervios.

-¡Ahora! -Repitió.

Rodrick dio un vistazo hacia Julie. Entonces aseguró la puerta y se preparó para retroceder. 

-¡Salgan del auto en este instante! -Dijo el policía una vez más.

Sus exigencias se vieron interrumpidas por un grito desgarrador. Julie se tapó los ojos, pero Rodrick y yo vimos cómo uno de los dementes mordió el cuello del oficial, mientras era arrastrado hacia el suelo mientras su pistola disparó dos tiros al aire. 

La patrulla comenzó a retroceder, mientras que los gritos del policía comenzaron a hacerse más fuertes, hasta que su silencio nos dio a entender lo peor.

Entonces supe que si una persona con entrenamiento, y habilidad de combate y defensa no podía contra uno de los dementes, es bastante improbable que yo pueda hacerlo. 

Supe que Melvin pudo haber pasado por lo mismo.

Supe que no iba a volver a verlo.

LIVE TWD (En Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora