ＡＬＦＡ[OMEGAVERSE]

Chapter Eight

Pov. Narradora.

Ya no le quedaban fuerzas para seguir luchando, se sentía tan débil Mateo en estos momentos que le dolía en lo profundo de su pecho, le dolía el orgullo.

Mientras los moretones morados que se podían apreciar en su bronceada piel fueron provocados por el Alfa que lo tenia en brazos que fueron propinados durante el camino.

Mateo estaba agotado, sus ojos cerrándose sin darse cuenta. Él trataba de mantenerlos abiertos pero el cansancio le ganaba y aunque pestañeara sus parpados volvían a caer. Justo cuando estaba a punto de caer dormido siente su cuerpo caer de plano al piso, causándole un dolor por el tiempo que estuvo en la misma posición y con el golpe sacando el adormecimiento que tenia su cuerpo y de paso llevándose el cansancio, poniendo sus sentidos más alerta.

De bajo de el siente el frió piso de madera, rápidamente inspecciona el lugar  siendo este una cabaña bastante vieja por el polvo que se podía ver en todo el lugar.

El gran lobo negro en su forma humana después de haberlo tirado de plano al piso se acerca mirando con una mirada lasciva y lujuriosa a Mateo, caminado lentamente conectando la mirada con el pequeño Delta mediante se iba acercando Mateo retrocedía hasta que la distancia que separaba su espalda de la pared de madera es nula, dejando sin escapatoria y sintiendo las lagrimas en la comisura de sus parpados dispuestas para salir.

Al sentir el aroma amargo del que desprendía el alfa que se iba acerca, las arcadas no se hicieron esperar, las ganas de vomitar le embargaron como vienen asiendo desde hace días atrás, estas ultimas semanas su estomago estaba muy sensible.

El Alfa se acerca al cuello de Mateo olfateando justo en la parte de la mordida, el alfa frunce el ceño al percibir un leve aroma diferente en el Delta, un pequeño aroma que se podía describir como el aroma de un bebe, un cachorro.

En pocas palabras el castaño de piel canela se encontraba embarazado, el alfa gruño asqueado.

— Esta preñado... — La pequeña cabaña se quedo en un silencio. Algunos alfas sorprendidos por la noticia, porque no todos los días escuchas que un antes alfa este esperando un cachorro.

— Tenia planes diferentes para ti pero viendo las circunstancias, no se va poder. — El alfa suspira sonoramente.

— Ahora que no podemos hacer nada contigo, las cosas van hacer más rápidas. 

Dando las espaldas al castaño y girando su cabeza de lado mirando de reojo al de piel canela.

— Llévenlo. —Dictamino sin ninguna expresión en el rostro, importándole poco el Delta.

Dos alfas se acercan a Mateo y lo alzan del brazo, sosteniéndole de manera que cada uno agarre un brazo sin ningún tipo de delicadeza hacia el pobre delta y lo arrastran hacia a fuera de la cabaña causando heridas en sus débiles piernas que empiezan a sangrar.