A Escondidas

Capítulo 1: Un hoyo en mi corazón

Día de Publicación: 15/07/2020

Al ser el presidente del Consejo Estudiantil, el tiempo de Lan Xichen era preciado para él, y constantemente se mantenía ocupado. Eso no significaba que no tuviera amigos preciados que siempre estaban a su lado, y que múltiples veces se habían ofrecido para ayudarlo. También lo ayudaba mucho ser conocido como uno de los jóvenes más apuestos y amables de la institución; subiendo aún más su reputación, que lo mantenía como una persona confiable y responsable, cosa que facilitaba su trabajo levemente.

Todo esto hacía que los días estresantes detrás de su puesto como Presidente fueran más tolerables, hasta el punto en que se había acostumbrado a éstos. Pero como siempre, había ciertas personas que siempre dificultaban su día. Y aunque los demás miembros del Consejo Estudiantil solían ser los que se encargaban de esa clase de estudiantes, existían veces en las que el Presidente debía hacerse cargo; sobretodo cuando los estudiantes problemáticos provenían de una familia con renombre.

Muchas veces tuvo que encargarse, en su mayoría; de los hijos de la familia Wen y Jin, que parecían que siempre se encontraban en situaciones de violencia y acoso. Lan Xichen no temía enfrentarles como muchos de los demás estudiantes, que temían a la fuerza que había detrás de ellos en sus familias. Después de todo, él también provenía de una familia con renombre, y no sólo eso, ésta se encontraba detrás de la fundación de la institución.

Todos siempre querían dar una buena impresión ante algún miembro de la familia Lan, y los estudiantes no eran la excepción; pero parecía que estos pocos estudiantes rebeldes, que no querían parecer menos ante la presidencia de Lan Xichen; no parecían entender lo importante que era mantener una buena impresión.

Muchas veces se habían envuelto en la situación de tener que discutir con los padres de estos rebeldes, en un intento de hacerlos entender por qué debían ser expulsados. Pero cómo podrían los padres sólo aceptar eso. Al final, lo único que lograba él y el director contra personas con gran poder, era suspenderlos unos días.

Obviamente ante ésto, existía descontento entre los estudiantes; pero a la vez, ellos mismos podían entender las razones.

Pero existía alguien, igualmente problemático; pero que nunca le había llegado a desagradar. Wei Wuxian, ese era su nombre. 

A pesar de ser una persona, la mayoría de veces despreocupada, y que había roto varias reglas sin dudar; éste nunca había sido desagradable para alguno de los estudiantes y Lan Xichen tampoco era la excepción, a pesar de haber tenido muchas veces su presencia en la sala del Consejo Estudiantil.

Incluso era bastante popular, acompañando a Lan Xichen en la lista de los hombres más atractivos de toda la institución; una lista impuesta por las chicas y sólo algunos pocos hombres.

A excepción de las veces en las que debía convivir con él en sus castigos, no se comunicaba con él en el campus o fuera de la escuela. Para él, sólo eran conocidos.

Sólo recordaba una vez haber hablado con él directamente, sólo los dos. Pero ese recuerdo era borroso en su memoria, y por consecuencia, sin la suficiente importancia para él.

Su presencia en la sala del Consejo Estudiantil era usual, y con el tiempo se hizo cómoda, tanto para él como para los demás integrantes. Su alegre y social forma de ser parecía cautivar a cualquier que cayera en su plática eterna. Llegó el punto en que no parecía ser alguien que se encontraba cumpliendo un castigo, sino un amigo más que los acompañaba en su deber, y que muchas veces había hecho que el estrés en su día disminuyera, llegando al punto en que él venía a saludar o despedirse de ellos variables veces.

Era curioso pensar que a pesar de hablar todo el tiempo, a parte de lo que el mismo Wei Wuxian le contara sobre él, Lan Xichen no sabía más allá de lo que se le comunicaba. Y a pesar de no decir mucho sobre su propia vida privada, la persona frente a él parecía saber más de lo que debería.