𝖲𝗎𝗇𝖿𝗅𝗈𝗐𝖾𝗋 ❀ 𝖼𝗁𝖺𝗌𝖾 𝗒 𝗇𝗂𝖼𝗄.

𝗽𝗿𝗼𝗹𝗼𝗴𝗼.

Hay veces en la vida que nos sentimos en el cielo. Son de esas veces en las que uno cree haberlo conseguido todo, que pensamos que no habrá mejor momento que el que estamos viviendo. Bueno, ese momento lo pasé contigo. Quizás las cosas que viví a tu lado no las vaya a vivir con nadie más, o, también, sea un capricho de la edad. Pero, Nick Austin, prometo no regalarle un girasol a nadie más que a ti.

Es, umh... ¿extraño? Sí, ese es el sentimiento que llevo desde que no sé más nada de ti, me dijiste que yo era tu único motivo para quedarte en esta ciudad, y jamás lo creí hasta que me contaron que te fuiste y que nadie sabe a dónde. A veces, muy a veces, me pongo a pensar en nuestras charlas de madrugada e intento averiguar si en algún momento me diste un indicio de a dónde te irías si no estábamos juntos. Pero, vuelvo a la realidad y me doy cuenta de que jamás habíamos hablado de nuestras vidas como dos personas desconocidas.

No me enseñaste a vivir sin ti, Nick. Me había olvidado de como sería una vida en la que ya no fueras parte, realmente nos veía en nuestra casa soñada, con nuestros perros, con nuestros gatitos y con muchos hijitos. Me río del solo pensarlo, "muchos hijitos". Jamás te gustaron los niños, ni a mí tampoco, pero era bonito reírnos debajo de la luna, pensando en cosas que jamás sucederán.

Tantas promesas que no van a cumplirse, tantas palabras que desaparecerán con el tiempo. Tanto tiempo invertido en una relación que solo me dejó roto, con ganas de no cruzarme a nadie más que no vayas a ser vos. Es raro, lo sé, una persona común en mi lugar seguramente se iría de fiesta, estando con cuántas personas... pero yo no soy así, yo no podría olvidarte de un día al otro, Nick.

Quizás... solo quizás podría ingeniármelas y buscarte por cada centímetro de este país, ¿y luego qué? Si ya no me quieres, si te fuiste es por una sola razón: no verme nunca más. No quieres cruzarme en una esquina y tener que agachar la cabeza, tener que hacer como si no me conocieras. Entonces, piensas que yéndote yo dejo de existir, pero, querido Nick Austin, los dos sabemos que no es así.

Buscaré el girasol más bello del mundo, uno que aún siendo hermoso, no pueda opacarte. Y, cuando lo encuentre, sabré a donde irte a buscar.

Mientras tanto, no me olvides.