Capitulo 1 Guerra

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El viento resoplaba feroz sobre aquel basto desierto, el olor a muerte se esparcía rápidamente más allá de los límites de ese lugar olvidado.

Varios cadáveres yacían en la arena, pero no era una novedad.

La cuarta guerra shinobi había cobrado la vida de miles de shinobis de todas las aldeas. Y aún no terminaba... A pocos kilómetros se encontraba una pequeña división, que luchaba sin cesar contra un ejército de zetsus blancos.

La primera al cargo era una hermosa chica de cabello largo, café oscuro, con las puntas azules. Tenía rasgos finos, y un cuerpo esbelto. Pero lo que más resaltaba en ella era sus intensos ojos rojos.

-___, no podemos seguir, ya tenemos muchas bajas- le informo uno de sus subordinados.
-Mierda- frunció el ceno molesta- diles a todos que nos retiramos!!-le ordeno.

En un par de minutos la pequeña división se había disuelto, decidieron acampanar en un lugar alejado para recobrar la energía perdida.

-Ya pusimos una barrera, así no podrán encontrarnos- se le acercó otro ninja.
-Muy bien, ahora todos los ninjas médicos encárguense de los heridos-le dijo la chica con voz firme. Los ninjas a su cargo asintieron, y acataron su orden.

Se acercó lentamente a una fogata, y miró fijamente las llamas mientras recuperaba la energía perdida. No era de esos ninjas que le encantaban pelear, pero si había la necesidad de hacerlo, no lo dudaba ni por un segundo... El color vivaz de las llamas la cautivaron, haciendo que algunos recuerdos vinieran a su mente.

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// Narras //

Jamás olvidaré la primera vez que lo conocí... pasó hace dos años.

----Flashback----

-Tus habilidades son sorprendentes, ya verás que con tu nuevo sensei mejorarán más.
-Sí... como diga- le respondí indiferente a Baki. Si mis padres no me hubieran obligado, jamás me hubiera convertido en un ninja.

Recuerdo que en ese entonces, no me interesaba el asunto de ser un shinobi.
Caminé junto a Baki por las solitarias calles de Suna, hasta llegar a un callejón donde había postes de puntería.

-Gaara, esta es la nueva estudiante de la que te hablé- Baki se detuvo de repente y giro su rostro hacia un lado.
-Quién es Gaara?- le cuestione y dirigí mi mirada a la misma dirección que él.

Pero al hacerlo me quedé más que sorprendida. Un chico pelirrojo, de más o menos de mi edad se nos acercó. No pude evitarme sentirme nerviosa, y más porque sus ojos color aguamarina me miraban con curiosidad.

-Tu nombre- me dijo con un gesto serio, me tranquilicé y sin dudarlo le respondí.
-Mi nombre es ___.
-Bueno yo me retiro- Baki se acercó al pelirrojo- Gaara espero que la entrenes lo mejor que puedas- le ordeno antes de desaparecer en una ráfaga de viento.

Desde ese día comenzó mi entrenamiento con Gaara, y siendo sincera, al principio me costó bastante seguir su ritmo, era muy exigente.

-Lo sostienes de esta manera, y luego haces esto- me indico mientras movía de forma grácil una katana.

-Ya veo... lo haré ahora.

Intenté hacerlo de la misma forma, pero él me detuvo. Se puso detrás de mí, y tomó mis brazos poniéndolos en la posición en la que él la había sostenido anteriormente.

Su cercanía me puso tan nerviosa que apenas escuché sus indicaciones. En uno de esos momentos me desequilibré, y estaba a punto de caerme, pero en un movimiento rápido me tomó del brazo, y me acercó más a él.

-¿Estás bien?- me miro preocupado.
-M-mmm sí- nos separamos lentamente y continuamos con el entrenamiento.

Cada día que pasaba, lo conocía más, hasta que nos volvimos amigos. A pesar que me daba flojera entrenar, con el solo hecho de estar a su lado ya no la sentía más.

La felicidad se adueñaba de mi cuerpo, era como una necesidad mía estar junto a él. Quizá algunos le llamarían amor, pero en ese entonces no lo entendía hasta hoy.

Mi único deseo es que él me reconozca, y que deje de verme como su estudiante, si no como una mujer.

----Fin del Flashback----

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La horas pasaban, así como la incertidumbre de lo que pasaría con esa pequeña división. Algunos ninjas patrullaban a lo lejos, sin ver a la vista ningún rastro enemigo.
-Parece que esta noche será larga, no veo a ningún zetsu por aquí- comentó uno de los ninjas.
-Tal vez- aguantó la risa su compañero.
-Oye ¿de qué te ríes?- lo miro furioso el ninja y en un movimiento rápido su compañero que estaba riendo lo apuñaló sin compasión.
-Maldito- murmuro debilitado el ninja mientras vomitaba sangre.

El ninja atacante se convirtió en un zetsu blanco, sacó el kunai del cuerpo del ninja que atacó y llamó a sus compañeros.

//-Señorita ___, los zetsus blancos nos han rodeado!!!!- te informo asustado uno de tus subordinados.
-Pero, ¿y qué pasó con las barreras?- elevaste una ceja.
-Los zetsus blancos se deshicieron de los ninjas encargados de ellas- te dijo angustiado el ninja.
-Demonios- murmuraste molesta.

De repente vieron una ola de llamas expandirse a su alrededor, mientras los zetsus blancos se deshacían de todos los ninjas que estaban a su paso.

Los miraste con rabia, y en un abrir y cerrar de ojos, invocaste a una gran ola de mar, que se llevó consigo a los zetsus blancos que estaban en tu frente.

-Increíble...

Los ninjas que estaban a tu lado, gritaron de la emoción al ver que los salvaste.
-Esto no acaba aún- frunciste el ceño.

Pero de la arena comenzaron a brotar más zetsus blancos. Sacaste las katanas que tenías en cada lado de tu cintura, y comenzaste con la lucha. Los ninjas a tu cargo te siguieron, y la batalla continuó por horas.

Con facilidad esquivabas sus torpes ataques. Poco a poco veías como perecían. En uno de esos momentos detrás de ti apareció un zetsu a punto de apuñalarte con un kunai, pero con tu katana lo detuviste a tiempo.

Te miró sorprendido, estaba por golpearte, pero lo atravesaste con tu segunda katana.
-Jum! no eres rival para mí- le sonreíste de lado a la vez que sacabas tu arma de su cuerpo, bruscamente mientras defendías a tus compañeros.

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// A unos kilómetros cerca //

Un ninja corría gravemente herido hacia la división donde se encontraba el Kazekage.
-Que sucede?- Temari se le interpuso, mirándolo preocupada.
-La división de la señorita ___... está en problemas- le respondió agitado.
-¡¿Qué es lo que pasó?!- lo miro alterada.
-Estábamos a punto... de librarnos de los zetsus, pero vino de repente un ninja enmascarado... y ...se deshizo de todos. La señorita ___ está peleando con él ahora, pero quizá no sobreviva- En ese momento apareció el Kazekage.
-No puede ser- el pelirrojo murmuro preocupado- tengo que ir de inmediato.
-Gaara, no te preocupes yo iré, tu tienes que preocuparte por nuestra división- intentó convencerle Temari pero el ya había tomado una decision.
-Volveré pronto- le respondió con su usual gesto serio.
-Pero- Temari lo vio angustiada. De repente se le acercó Onoki, el Tsuchikage.
-No te preocupes, yo me haré cargo- le sonrió de lado a la rubia- Kazekage ve a salvar a tu amiga.

Sin pensarlo dos veces Gaara fue hacia donde estabas, el ninja herido le había indicado las coordenadas de tu paradero.

-___... resiste- murmuro el pelirrojo antes de desvanecerse en la tormenta de arena.

// Contigo //

Sostenías con fuerza tu brazo derecho que estaba gravemente herido, mientras luchabas por no desmayarte.

-Eres más fuerte de lo que pensé, aunque no logro entender como pudiste deshacerte de forma tan rápida de los zetsus- te dijo en tono burlón el enmascarado.
-¡¿Quien demonios eres?!- lo miraste con odio.

-Mi nombre no es importante- te dijo con tono serio- terminemos de una vez con esto.

Nada es Imposible (Gaara y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora