❤Durmiendo❤

588 56 7
                                    

Earth AU (osea que están en la tierra pues :v)

Keith había planeado esto desde hace meses. Por fin se quedaría a dormir en casa de Lance, pero no como su amigo, sino como su novio, y las cosas serían evidentemente diferentes.

Pues en todas sus pijamadas como amigos, él dormía en el suelo, y ahora dormirían en la misma cama, y siendo sincero, Keith no quería arruinar esa gran oportunidad, ya después les tocaría quedarse a dormir en la casa de Kogane.

Entonces... ¿hiciste una lista? —cuestionó Allura confundida ante la ansiedad que pasaba por la cabeza del pelinegro.

—Sí, todo lo necesario. Como llevar mi cepillo de dientes y también el de cabello, llevar desodorante por si es necesario, un cambio de ropa, todo lo que sea requerido en cada una de las posibles situaciones. —contestó Keith abrumado, Allura alzó sus cejas con gracia y agitó el café que sostenía con su mano derecha.

—En ese caso añade condones a la lista. —bromeó al morena, dando un sorbo a su bebida. Keith resopló con un sonrojo en sus mejillas.

—No haremos eso 'Llura. —agregó Keith cruzado de brazos. —Solo me quedaré a dormir. —Replicó con un tono más severo.

—Tu dijiste cada posible situación, nadie dijo que por ninguna razón tendrían sexo, ¿cierto? Yo solo prefiero prevenir. —Añadió Allura con un tono sabio, aconsejando a Keith.

—B-bueno... cómo sea. Tengo que ir a la farmacia por hilo dental, nos vemos luego. —sentenció Keith antes de escapar de aquella conversación.

—¡No olvides los condones Keith! —exclamó Allura con gracia, provocando que Keith se encogiera de hombros y avergonzado y sonrojado se largara de ahí, evitando contacto visual con cualquiera que pudiese haber escuchado a la morena gritándole acerca de los condones.

[Tiempo después...]

Keith ya estaba listo, tenía guardado el hilo dental, su cepillo de dientes, el cepillo de cabello, desodorante y pasta dental de emergencias... y... los preservativos... los cuales fueron una compra ridículamente cara, pues al parecer la gente que iba a aquella farmacia compraba bastantes preservativos, pues había aumentado su precio a uno no tan razonable.

Revisó todo una vez más antes de partir rumbo a la casa del moreno. Una vez que llegó ahí tocó el timbre una vez, siendo recibido por el cubano, quien al verlo le dejó pasar con una sonrisa.

—Hola Keef. —saludó Lance depositando un beso en la mejilla del pelinegro.

—Buenas... ¿noches? —saludó confundido Keith sin saber muy bien que decir. Lance sonrió con ternura ante la ignorancia de Kogane.

—Llegas justo a tiempo, la pizza está por llegar, ¿te importa adelantarte y buscar una película en la tele? —Keith asintió con una sonrisa, dejando su bolso con objetos de emergencia en la barra de la cocineta y subiendo las escaleras para ponerse una ropa más cómoda para dormir y buscar una buena película que ver mientras cenaban, y antes de dormir.

Los minutos pasaron y Keith ya había encendido el clima de la habitación, y ya estaba arropado entre las sábanas de la cama de su novio. Lance por otro lado, miraba su teléfono esperando a que llegara la pizza. El timbre sonó y el moreno con una sonrisa abrió la puerta recibiendo la pizza y dando el pago.

—Oh vaya... parece que me faltan dos pesos... espere un segundo, ¿sí? —Lance dejó la pizza en la mesa de la sala y se aproximó a la cocina a buscar algo de cambio entre los cajones. Observó el bolso de Keith y rebuscando entre los compartimentos encontró el cambio que necesitaba y... los preservativos que Keith había comprado más temprano en la farmacia. Las mejillas de Lance se tornaron de un color carmesí, sintiendo nervios de lo que tenía planeado el pelinegro, aunque no le disgustara la idea, creía que sería un paso bastante grande en su relación, la cual apenas comenzaba. Volvió a acercarse a la puerta y le entregó el dinero al repartidor, el cual partió inmediatamente.

Lance tomó dos platos de plástico y la caja de la pizza. En cuanto a los condones... los guardó en su bolsillo derecho.

Subió las escaleras hasta su habitación, donde se encontró con Keith mirando su teléfono arropado en la cama, una escena muy tierna a los ojos del moreno.

—¡Traje la cena! —canturreó Lance, los ojos violetas del menor brillaron al percibir el maravilloso olor de la pizza. Mitad pepperoni mitad Hawaiiana, así todos ganan.

Miraban la televisión mientras cenaban, muy cerca del otro, Keith recostado en el hombro de Lance, quien se carcomía por dentro, esperando el momento indicado para preguntarle a Keith por los preservativos que había encontrado entre sus pertenencias.

—Oye... Keith. —Llamó el castaño, Keith lo volteó a ver reflejando confusión ante el rostro nervioso del cubano.

—Tú eh... ¿qué tenías planeado para hoy? —preguntó Lance sin arremeter de golpe con el tema.

—Pues... si te soy sincero... —comenzó a decir avergonzado, haciendo al moreno casi confirmar sus sospechas. —No quería que nada saliera mal, así que hice una lista y traje muchas cosas innecesarias como desodorante y pasta extra cuando es evidente que tu deberías de tener. Pero fuera de eso mi plan principal era tener una noche agradable e intentar no moverme demasiado entre sueños. —finalizó el pelinegro.

—Entonces... —Lance sacó de su bolsillo la cajetilla de preservativos que el pelinegro había guardado en el compartimento del cambio en su mochila. Keith se sonrojó ferozmente al ver la caja de condones en las manos del moreno. —¿Para qué eran estos? —cuestionó curioso, teniendo el leve temor de que Keith se estuviese viendo con alguien más a sus espaldas.

—E-eh.. ¡pu-puedo explicarlo! Allura me dijo que... consiguiera preservativos por si las dudas, le dije que no iba a suceder nada ésta noche pero... supongo que me dejé llevar por sus "buenos consejos". —explicó Keith avergonzado. Lance sonrió con dulzura al escuchar al pelinegro.

—Que bueno, creí que me engañabas con alguien más y que me había quitado el placer de quitarte tu virginidad. —mencionó Lance con toda la tranquilidad del mundo, haciendo a Keith sonrojar y molestar levemente.

—¿¡Qué te sucede McClain!? —preguntó Keith alterado, repartiendo leves golpecitos al brazo del moreno, quien reía con gracia.

Una vez que la película y la pizza se habían terminado, Lance apagó la televisión y colcó los platos en su mesa de noche. Keith había caído dormido enn su hombro al cabo de 3/4 de la película. Lance recostó a Keith sobre la almohada y llevó un mechón de su mullet detrás de su oreja, para ver su rostro tranquilo con más claridad.

—Descansa Mullet. —susurró, depositando un beso en la frente del melenudo.

—Buenas noches Lance... —replicó Keith con la poca energía que le quedaba en el cuerpo. Lance cayó agotado a su lado, quedando ambos profundamente dormidos en la cama de el de mayor estatura.

30 días OTP [LAITH/KLANCE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora