Señorita | Grayson Dolan | TERMINADA

33

Madison.

Abro los ojos de golpe al sentir un golpe en mi cabeza, y sentir mi cuerpo chocar contra un mueble. En una imagen borrosa logro ver a Jona buscar algo entre sus cosas luego de tirarme contra una cómoda.

"Ese idiota va a aprender de una vez por todas... se va a arrepentir." Lo escucho hablar para sí mismo, y luego lo veo salir por la puerta, dando un portazo.

"Grayson..." Balbuceo, intentando ponerme de pie. "No, no, no..."

Me siento muy mareada, pero es lo último que me preocupa. Mi cuerpo no está trabajando con mi cabeza, y necesito reaccionar rápidamente para detener a Jona.

Estoy segura de que va tras él.

Como puedo, me paro y camino hasta la puerta apoyándome en la mesa. Escucho el auto de Jonathan acelerar y luego el sonido se pierde en la calle. Yo abro la puerta torpemente, y me sorprendo al encontrarla sin llave.

No tengo mucho tiempo.

Miro a mi alrededor, viendo que el cielo ya está oscuro. No sé cómo demonios puedo ayudar a Grayson ni tampoco sé a dónde va Jona... algo se me tiene que ocurrir.

De pronto, veo la luz de la caseta en donda la mujer me atendió, aún encendida. Y entonces mis piernas se mueven antes de que yo siquiera lo piense. Corro hasta el lugar, y al llegar toco la puerta desesperadamente.

"¡Ayuda!" Grito, golpeando la madera. "¡Alguien ayúdeme! ¡Por favor!" Tras unos segundos la misma mujer me abre, con una expresión de confusión en su rostro.

"¡¿Qué sucede?!"

"Necesito... necesito saber dónde se fue ese auto... ¡¿Acaso lo vio?! ¡Necesito llamar a la policía!"

"¿Qué pasó?" Me dice, y me ayuda a entrar. Yo cierro la puerta a mis espaldas. "Lo siento, querida, no vi por donde se fue ese auto... ¿Él no es el chico con el que llegaste?"

"Debo deternerlo..." Digo atropelladamente. "Va en busca de una persona... le hará daño..."

"¿Qué? A ver, cielo, cálmate. Llamaremos a la policía, ¿Vale? Pero me debes explicar la situación claramente y así yo puedo entender qué está sucediendo." Ella ubica una silla rápidamente a mi lado, y yo logro sentarme.

"Pero antes... necesito salir de aquí." La miro. "Necesito huír de él. Vendrá por mí luego... O sus hombres..." La miro, y mi voz tiembla.

Ella me mira preocupada y asiente rápidamente.

"Mira... mi turno acaba de terminar aquí, así que estaba por irme a mi casa. Te llevaré ahí, y estarás segura, ¿Te parece?"

Yo asiento múltiples veces, sin pensarlo mucho, entonces me paro y la sigo luego de que ella apague la luz y cierre la puerta. Sigo sus pasos mientras cruzamos el estacionamiento, esperando a que nadie me vea entrar en su vehículo. Ni siquiera sé su nombre pero la desesperación me está comiendo.

"Ahora te pediré que respires profundo y me expliques qué sucede, jovencita. Estás muy alterada." Me mira, incluso casi regañándome. "Puedes llamarme Margo, por cierto."