Dallas se duchó a la mañana siguiente y ató su cabello mojado en un moño apretado. Se dio cuenta de que muchas de las otras chicas a su alrededor lo ponían en moño o trenzas y bandas para mantener el pelo fuera de su cara o simplemente para satisfacer las necesidades de sus maestros. Fue interesante ver a todas las bailarinas caminando por el pasillo, una gran diferencia de la noche anterior. Nadie tardaba o descansaba en el pasillo jugando cartas, eran pequeños grupos compactos de muchachas que se susurraban las unas a las otras, pero ninguna molestaba a Dallas así que no le importaba.
Le dieron un horario la noche anterior con sus sábanas, por lo que examinó de cerca tratando de averiguar en qué estudio tendría que aparecer primero. Por suerte, Milla estaba en su primera clase de baile.
—Así que supongo que lo tuyo es lírica, ¿cierto? Quiero decir que no sé como te metes en una clase intermedia de otra manera —dijo Milla, mientras agarraba con fuerza en papel, jalándolo más cerca de su cara. Dallas se dio cuenta de su estrabismo pero no hizo comentarios sobre su vista.
Miró y dijo con honestidad—: Supongo. Quiero decir, no he tenido mucha práctica en nada de eso, pero si piensan que lírica es lo mío entonces creo que lo es. Quiero decir, ellos son los expertos, ¿no?
—¡Que buena actitud tienes, compañera! Ellos te gustarán mucho. Total aguante, lo favorito de la Sra. Jessica. Es lo que tiene en primer lugar, pero ten cuidado, no te fijes en su cicatriz.
—¿Su qué? —preguntó Dallas, mientras caminaba a través de la puerta de un gran estudio.
De pie frente a ella se hallaba una hermosa mujer rubia con un corte pixie y brillantes ojos grises. Pero cuando se volvió, para centrar los ojos en Dallas, la hermosa joven bailarina notó que el rostro de su maestra se veía empañado por una horrible cicatriz que se extendía desde el ojo hasta debajo de su barbilla. Jadeó en silencio mientras la mujer caminaba con gracia hacia ella.
Sonrió, peor era marchita y triste. Dallas sintió lastima por esta mujer y ni siquiera la conocía.
—Tú debes ser Dallas —dijo, extendiendo su mano.
Dallas la sacudió ligeramente. —Sí, señora.
—Sra. Jessica si quiere. Encuentre una posición en la parte posterior, tiene tres semanas de material para ponerse al día. Mírame antes de ver a tus compañeros.
—Si, Sra. Jessica.
Dallas hizo todo lo posible para seguir adelante con los complejos movimientos que su profesora de baile instruyó, peor eran tan mayores a su ámbito de posibilidades. Dijo ámbitos que tendría que buscar más tarde en el diccionario.
—¡Bailarinas! —dijo, mientras detenía la música—. Es hora de emparejarse. Dallas estará con Andre, que tomará el lugar de su pareja.
Dallas hizo una seña a su maestra sin poder hablar mientras trataba de respirar lentamente.
Un hermoso hombre en mallas y camisa blanca se acercó a ella, su piel era de color moca. Tenía gruesos brazos con músculos marcándose debajo de su camisa. Caminaba con tanta confianza que Dallas sabía que iba a ser una pareja de baile fantástica.
—Debes ser Dallas —susurró, mientras sus compañeros se ponían en la posición inicial.
—Sí —respiró—. No conozco ninguno de estos movimientos, lo siento, peor te acaban de dar una terrible pareja —Ella nunca quiso retrasar a nadie, no era su lugar.
—No hay problema, voy a hacer esto por mi cuenta esta vez, termina de observar a las chicas para ver lo que se supone que debes hacer. Estoy seguro de que vas a aprenderlo bastante rápido, te veía durante el individual, y tienes talento. Solo tienes que aprender a controlarlo.
Dallas se sonrojó ligeramente. —Gracias —Al comenzar la música se paralizó mientras Andre representaba maravillosamente cada movimiento que el resto de sus compañeros realizaban, peor el hizo todo veinte veces mejor. Mientras lo miraba, en comparación con el resto, se preguntó cómo no se había ido ya al profesional. Sus líneas eran perfectas y sus extensiones siempre completas. Estaba totalmente hipnotizada con sus expresiones faciales que contaban la historia de amor y pérdida. A medida que la música llegó a su fin se dio cuenta de que rompía ligeramente la formación ya que las parejas se fueron apartando el uno del otro, con sus manos extendiéndose retratando su separación. Dallas estaba completamente enamorada de la coreografía y rezaba para que algún día fuese la mitad de buena como la mayoría de los bailarines aquí.
Volví otra vez! Disculpen la demora pero se me había perdido el libro y me costó mucho volver a descargarlo :(
Pronto subo la otra parte de este capítulo! :)
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Move
Roman pour AdolescentsMove. Brina Courtney. Bueno, este es uno de mis libros favoritos, y lo quería compartir con ustedes. Ojala les guste tanto como me gustó a mi. ¡Disfrútenlo!