La segunda entrada C3 - Tilim

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Una vez la puerta se cierra la pequeña se encontraba en un lugar totalmente desconocido. Ve a su alrededor intentando encontrar pistas para saber dónde se encontraba. El lugar parecía otro mundo, que a su vez parecía ser un gran mecanismo de engranes metálicos y otras cosas, se escuchaban sonidos de relojes perfectamente sincronizados, que daban sus tics tacs seguidamente.

La pequeña comienza a caminar sin un rumbo alguno, explorando sus alrededores e intentando encontrar lo que estaba buscando. Mientras seguía caminando y más se adentraba en el sitio extraño, los tics tac de los relojes se hacían más rápido, comenzando a tener un ritmo musical con más instrumentos. El ritmo seguía fluyendo y también comenzaban a sonar un ave de al ritmo de la música (como un pájaro cucu) y seguidamente, al poco tiempo, también se escuchan aplausos que seguían el ritmo.

La pequeña voltea en la dirección en donde se escuchaban lo aplausos, y se podía ver algo, o alguien descendiendo, parecía está flotando y bajando en dirección a la pequeña, pero por la luz que se encontraba arriba de este no se veía quien era.

- ¡Hola! – dice una voz muy animada.

La pequeña seguía tratando de ver quien era este, pero seguía sin poder distinguir. Hasta que baja a una cierta distancia en donde se logra distinguir quien era. El personaje parecía tratarse de un niño, vestido como un payaso sin manos ni piernas, más bien un muñeco, traía puesto un sombrero de copa, ropa elegante con capa entre los colores dorado, azul y rojo, sus manos y antebrazos, los cuales en total se veían cuatro, con cuatro dedos cada una, se encontraban flotando a su alrededor aplaudiendo al ritmo de la música.

- ¡Bienvenida pequeña Formita al mundo de!... - dice el payasito de forma alegre, pero sin poder acabar su frase, ve que la pequeña se encontraba herida.

La música se detiene y la pequeña se arroja al suelo, ya que estaba bastante adolorida, aunque no se le notara mucho.

- ¡No! – dice el payasito algo alertado y rápidamente le envía sus manos a la pequeña, intentando sujetarla.

Pero antes de que este pudiera tocarla, la pequeña golpea sus manos fuertemente evitando que la toque, y terminado de caer al suelo, en este simplemente.

- Tranquila no te voy a hacer nada – dice el payasito intentando ayudar a la pequeña.

La pequeña mueve su cabeza diciendo que no, ya que no quería aceptar ayuda de este.

- Tranquila no dolerá – dice el payasito y acercando una de sus manos, el reloj que en esta se encontraba, comienza a retroceder y posteriormente a curar a la niña.

La pequeña se encontraba un poco a la defensiva, tanto mientras él la curaba, como después de haberla curado.

- ¿Estás bien? – le pregunta a la pequeña.

La pequeña se cruza de manos y no le dice nada, al parecer estaba enojada y no quería que él la ayudara.

- Bueno me alegra que ya este todo mejor. Bueno continuo – dice el payasito dando un aplauso y el ritmo de los relojes comienza nuevamente a sonar juntos, haciendo una canción a la cual se le agregaban más instrumentos aparte de los relojes – bueno déjame presentarme – dice dando una reverencia y sujetándose el sombrero – mi nombre es Tilim y bienvenida a mi gran reloj...

A la pequeña no parecía importarle lo que este le estaba diciendo, así que simplemente se había levantado y se estaba dirigiendo al lado contrario al que este se encontraba.

- Espera no te vayas – dice Tilim intentando detener a la pequeña.

La pequeña seguía su camino, pero Tilim se dirige rápidamente volando al frente de ella y deteniéndola le dice:

- Espera solo escúchame – dice poniendo sus manos alrededor para que la pequeña no se fuese – si sigues caminando por allí o por otras partes, no vas a lograr salir de aquí, como te dije antes, te encuentras en mi reloj.

La pequeña lo ve y sin importarle mucho, se dirige a otro lado.

Rápidamente Tilim se vuelve a colocar al frente de ella y le dice:

- ¿creo que no me estas entendiendo bien? – dice intentando detener a la pequeña – estas atrapada, no lograras salir de aquí sin mí, solo escúchame.

La pequeña da un suspiro y cruzándose de manos, voltea su mirada hacia Tilim prestándole atención.

- Uf... muchas gracias – dice Tilim suspirando – me presentare nuevamente – dice dando un aplauso y haciendo una reverencia, posteriormente la música comienza nuevamente – como te dije antes me llamo Tilim, el tiempo por así decirlo – dice señalando todo a su alrededor – y vivo en el reloj que controla todo el tiempo – dice volviendo su mirada de nuevo a la pequeña – pero no solo hablemos de mí, hablemos de ti, ya que te ves tan más interesante – dice haciendo un movimiento con sus manos y aparecer un micrófono en esta, y luego se pone cerca de la pequeña – di algo.

La pequeña solo mira el micrófono brevemente y luego voltea su mirada seria hacia Tilim.

Se comienzan a escuchar unos aplausos de un público invisible y Tilim volteándose dice:

- ¡Ya la escucharon es muda! – dice Tilim hablando a través del micrófono y volando alrededor de la pequeña lentamente.

A una altura de dos metros aproximadamente, en donde se encontraba Tilim, los aplausos se detienen y Tilim voltea hacia la pequeña y le dice:

- Bueno, digo yo que eres muda, no has dicho nada de que llegaste aquí – le dice a la pequeña y le pone el micrófono arriba de la cabeza – ¿o acaso tienes algo que comentar? – dice inclinados hacia la pequeña.

La pequeña se le queda viendo a Tilim como si hubiera recordado algo y acercándose a él, le aprieta la nariz roja la cual emite un sonido gracioso; A pesar de que el rostro de la niña no expresara emociones, parecía estar burlándose de él.

- Eres muy simpática, pero creo que necesitare ayuda, ¿o tienes otra manera de comunicarte conmigo?

La pequeña comienza a hacer señas intentando comunicarse con Tilim, pero Tilim no lograba entender mucho de lo que ella intentaba decir, al grado de marearse un poco y rendirse.

- Enserio necesito ayuda – dice Tilim y alza su mirada hacia su sombrero – ¡Pazu necesito ayuda! – dice golpeando suavemente su obrero tres veces. 

Form Sin Form (fragmentada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora