💛Bakugou Katsuki💛

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-¡¿Dónde diablos se metió esa extra de mierda?!- ya estaba desesperado, harto de tener que ser él quien buscará a esa fastidiosa chica. Siempre se desaparecía cuando realmente la quería cerca y ahora en un momento de vida o muerte ¡no aparecías por ningún jodido lado!

Esa ciudad por algún motivo la sentía más grande, además se le hacía muy extraño no ver a más personas en la zona, era de noche sí, pero tampoco de madrugada como para no ver a nadie. Llevaba puesto su traje de héroe, hoy le tocó hacer patrullaje nocturno, pero había peleado directamente con un tipo de la Liga de Villanos y al perderlo de vista, recordó que tú también estabas cerca, de cierta forma estaba preocupado.

-¡¡BAKUGO!!- un fuerte grito tuyo lo puso alerta, empezó a correr más rápido siguiendo tu voz que extrañamente la escuchaba por todas las direcciones. Se volvería loco si no te encontraba y entre más corría más desgarrador eran tus gritos, parecía que te torturaban y él no daba contigo -¡¡BAKUGO!!-

-¡MALDITA SEA ____! ¿DÓNDE ESTÁS?- seguía y seguía corriendo desesperadamente, la calle parecía nunca terminar, pero al menos tu voz se hacía más fuerte hasta dar contigo de frente a escasos metros de ti -¡____!-

-Bakugo... salvame- ese precioso rostro se veía corrompido por miles de rasguños, su pequeño cuerpo manchado de sangre y sus ojos derramando lágrimas. Hasta que se desmoronó en el suelo... muerta.

-¡____!- despertó claramente horrorizado por lo que acababa de ver, su respiración era agitada y sudaba bastante, esa maldita pesadilla lo estaba asfixiando, lo peor de todo era que la culpa lo perseguía, no importaba qué hiciera, esas pesadillas seguían ahí -... Demonios- y sin más se levanto de mala gana.

Por su parte aquella chica de negros cabellos se encontraba durmiendo en su cama, como toda persona normal a las 3 de la madrugada. Sin embargo sintió algo enorme meterse en su cama y ponerse sobre ella, iba a empezar a gritar de no ser porque rápido ubicó esos ojos carmín bien puestos sobre ella, aun así ya la había asustado -¿Bakugo? ¿Qué diablos haces aquí? ¿Ya viste la hora?- dijo algo adormilada y molesta por interrumpir su sueño renovador.

-Al diablo con la hora, puedo venir cuando quiera- sin darle importancia se quedó recostado sobre la chica, sabía que no lo iba a hechar así nada más, por muy enojada que estuviera, a menos que quisiera despertar a todos y vieran el show.

La chica suspiro rendida, al menos sabía que era él y no Toga u otro loco demente. Aprovecho el bug para acariciarle los cabellos al chico, rápido notó que estos estaban algo húmedos, lo cual no paso por alto -... ¿Puedes explicarme que paso?-

-No, callate y déjame dormir- cerró sus ojos con la seguridad de que podía dormir en paz estando a su lado, unas simples caricias, simples palabras y caería dormido, para mañana despertar con esa chica en sus brazos.

Suspiro, no iba a obligarlo no le molestaba tenerlo ahí, pero comenzaba a ser incómodo -Muy cómodo y todo, pero me estas aplastando gusto en la herida-

El rubio no tardó en apartarse y subir la blusa de la chica para asegurarse de que esa herida no se hubiera abierto por su culpa. -¿No te duele cierto?-

Ni un sonrojo ni nada, y no amigos mío, sigue siendo virgen y no le molesta porque esta en confianza -No, al menos cuando la presiono me duele- volvió a bajar su blusa, no tenía nada de malo ahí solo debía dejar pasar los días y pronto podría volver a la acción -cuando esté como nueva podremos volver a pelear-

-No, ni loco- habló con seriedad mientras se recostaba del lado de la pared mirando el rostro confundido de ____. No iba a darle explicaciones, simplemente no y ya.

Eso la desánimo un poco, pero vaya que le daba flojera intentar convencerlo, además ¡quería dormir! -Oye no seas así, te prometo no golpearte tan fuerte jajaja...ja...- ni siquiera su pequeña broma lo hizo hablar, la seguía viendo de forma seria -...yo voy del lado de la pared- paso por encima del chico y entro en ese pequeño agujero que había entre la pared y la espalda del rubio, ventajas de ser delgadas, y lo empujó para tener más espacio quedando espalda con espalda -Buenas noches- y sin poder decir algo, los fuertes brazos del chico la envolvieron.

No quería soltarla, quería tenerla así por siempre, no soportaría que volviera a pasar lo mismo, no lo permitiría -Yo... yo no voy a dejar que vuelvan a herirte-

-Bakugo...- susurró en voz baja, de cierto modo eso la hizo feliz, no necesitaba ser protegida pero lo agradecía de todo corazón. Logró darse la vuelta para abrazarlo y darle un pequeño beso en sus labios que no necesitaba ser correspondido o devuelto -Como espero de mi héroe número uno-

Dejó que se acurrucara en él, al menos por esa noche podía dormir tranquilo, sintiendo el calor que su pequeño cuerpo emitía, y el inconfundible aroma que tenía albergaria sus fosas nasales para relajarlo. Ese pequeño beso que lo tomó por sorpresa lo dejo aturdido, pero sin duda fue lo que necesitaba para poder dormir en paz.

BNHA: ¿Qué quieres? ¿un One-shot? Dale PlayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora