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Brendon se encontraba sentado frente a su computadora, en el escritorio de su habitación, jugando juegos online en aquel aparato. Tenía planeado, después de terminar de jugar, dormir, ya que había recién llegado de un viaje de negocios y, aunque no se sentía agotado, quería dormir, sólo por flojo y dormilón.

En su juego, apareció una jirafa, y, gracias a ello, recordó que debía avisarle a Dallon de su reciente llegada. Salió de la silla, agarró su celular y se recostó boca abajo, marcando a Weekes después.

—¿Hola? —se escuchó del otro lado de la línea una vez marcó.

—¡Hola, dadd- Dally! —corrigió, falsamente, Brendon, al instante, intentando provocar a Dallon.

—Hey, hola, beb- digo, Beebo —bromeó el castaño, soltando una risa después.

—Quería avisarte que ya llegué hace como dos horas a mi casa, y también quería preguntar cómo estabas —sonrió, a pesar de que Dallon no lo veía.

—Oh, yo estaba camino a tu casa, quería visitarte, ya que ví tu publicación en Instagram y dije "aprovecho que tiene la casa sola" —respondió el castaño, soltando una pequeña risa—, pero me quedé atorado en el tráfico, aunque cerca de tu casa, por suerte.

—Ay —bufó—, bueno, yo, aquí, te espero, bien preparado para ti —no captó el doble sentido durante todo ese rato.

Después de diez segundos de silencio, escuchó un quejido de parte de Dallon –el cual fue hecho porque al ver que el tráfico no avanzaba, el castaño se frustró–, que sonaba más como un gemido. Y sin pensarlo, Brendon comenzó a restregar su entrepierna contra la sábana, recordando que, al haber abierto su ordenador, una página había quedado mal cerrada. Aquella mostraba un video porno gay bastante "entretenido" y excitante para el menor, quien quedó viéndolo, con un problema no resuelto entre sus pantalones –que había querido ignorar, distrayéndose con juegos–, el cual seguía teniendo hasta ahora.

—Dally~... —soltó en una especie de gemido, que hizo que a Dallon se le ponga toda la cara roja.

—Brendon, ¿qué haces? —preguntó, con la voz más ronca de lo normal, producto de haber bajado la voz.

—T-te necesito, mierda, te extraño —contestó jadeante—. Vamos, sabes que amo ser ordenado; ordéname qué hacer, por favor, daddy —dijo debido a la excitación que poseía en ese momento.

Del otro lado sólo se escuchó un suspiro. Pero, después de varios segundos de silencio, Dallon logró ordenar sus ideas dentro de su cabeza y concentrarse en mandar a Brendon.

—Haz todas mis órdenes, y si no haces alguna, cuando llegue a tu casa habrá castigo, ¿entendido, pequeño? —aquellas palabras lograron encender más al azabache, quien asintió efusivamente, insultándose mentalmente al recordar que Dallon no puede verlo.

—Sí, entendí, daddy. Ahora, dime qué hacer —separó el celular de su oído y lo puso en altavoz, dejándolo a su costado izquierdo, para poder acatar las órdenes con mayor comodidad.

—Supongo que estás totalmente vestido, ¿no? —contestó, a lo que el otro respondió que sí—. Bueno, comienza quitándote tu camisa —empezaría a disfrutar este viaje.

El menor empezó a desabrochar los botones de su camisa, lo más rápido que pudo, diciendo "listo" al terminar de hacerlo.

» Quiero que empieces a recorrer todo tu torso con tus manos, así como yo lo haría: tocando tu estómago y tus hermosas y tan pequeñas caderas, hasta llegar a tus pezones y pellizcarlos —Brendon hizo aquello que Dallon dijo, gimiendo al comenzar a jugar con sus pezones, pellizcándolos, erectándolos, y haciendo a su opuesto comenzar a, inconscientemente, masajear su miembro semi-erecto por encima del pantalón, al escuchar los tan maravillosos gemidos que salían por la boca de Urie, soltando algún que otro jadeo.

❥ smut ;; brallonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora