Desconfianza y confusión

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- Llegaste exactamente en 20 minutos, creo que bebí hacer esto antes para ganar tu obediencia, pronto ganaré tu amor.

- Te aseguro que lo que ganarás es mi miedo hacia ti, no mi amor. Le respondí enojada.

- Ya lo veremos. Por cierto mi cumpleaños es en 4 días y de regalo me gustaría la novela que estás escribiendo sobre mi.

- Ahora que lo mencionás, no encuentro ese libro, me iba a disponer a quemarlo, pero no lo encuentro. ¿Lo tomaste?
Comenté  esperando tener alguna pista de quién había escrito la nota que encontré.

- Quiero que sepas que nunca vi en donde lo escribías, por eso tengo cierta duda en que lo estés escribiendo, pero en esta casa nunca ha desaparecido nada, asegúrate de encontrarlo o apresúrate en escribirlo todo para dentro de 4 días. Dudo que se he halla olvidado lo que escribiste, así que no será mucho problema para volverlo a escribir, ese es en el caso de que realmente lo hayas escrito.

- Está bien, lo buscaré.

Mi cabeza se llenó de una gran cantidad de dudas y desconfianza, la forma en la que me contestó me hacía pensar que era el, analicé;  en la página hablaba sobre el sufrimiento de esta noche, el sabía lo que me  haría así que es muy posible que lo haya puesto, en cuento al beso, supongo que torturó a Laura para que le dijera lo que hizo. Ni tengo dudas, no debo confiar en las palabras de la nota.

- Te estás portando bien esta noche, así que te diré una verdad. Dijo William.

- ¿Una verdad? ¿En cuento a que? Además no sé si debería confiar en ti.

William se levantó, arrinconó a la pared más cercana, me tomo con fuerza de mi brazo y dijo:

- ¿Sabes? Hace unas pocas horas estaría muy enojado por esas palabras, pero ahora se, y también sabes que si me desobedecer tendrás duras consecuencias, y no solo serás tú, si no también Laura a quien aparentemente le tienes más confianza que a mi.

- Yo...yo no confío en Laura.

- Me parece mucho mejor, de todos modos dudo que ella te ayude en algo, la mate tantas veces que dudo que recuerde algo.

La piel se me erizó, ya no tango dudas, estoy segura que la hoja que encontré hace un momento no la escribió Laura.
William se acercó mucho más a mi rostro, cerca a mí oreja, y luego la lamió. Me estremecí, empezó a bajar lentamente por mí cuello, y me empujo con fuerza hacia la pared.

¿Porqué no lo empujó? ¿Porqué no lo detengo? Es simple, me siento bien, me gusta.

William paro de lamer mi cuello y nuevamente fue a mí oreja y susurró:

- Tal vez debería darle un pequeño regalo a mi esposa por soportar el día de hoy.

¡Por todos los cielos! Tal vez nunca le había prestado completa atención, pero la voz de William es demaciado sensual. No, no, no, pero que estoy pensando, este es un hombre al que odias Clara, no desconcentrés tus sentimientos de odio hacia el.

William tomo mis dos muñecas y las levanto sobre mi cabeza, presionándolas sobre la pared, acercó sus labios a los míos, y me besó.

Su beso sabía a chocolate, un chocolate amargo pero con pizcas de dulzura. ¿Estoy comparando un beso con algo tan delicioso? ¿Pero que estoy haciendo?

Soltó mis manos y apartó sus labios de los míos y dijo:

- 10 días más de vida para ti y 10 días más de vida para mí. Aunque sabes, está noche ubiera sido mucho más especial que un simple beso, es una lastima que te revelarás hoy.

Y se fue a la cama, no se qué es lo que estoy pensando en este momento, pero fue el mejor momento que he tenido desde que tengo memoria. Yo...yo quería más. Quería más de la persona a la cual odio en este momento. ¡Que irónico!
Pase mi lengua por mis labios mientras con mi mano tocaba mí oreja y sonreía.

Me dirigí a buscar ropa cómoda para dormir,  me puse lo que primero encontré, y me acosté a su lado, aunque me moría por voltear a verlo, le di la espalda, estoy más que decidida a no ilucionarme y mucho menos solo para sentirme bien con una persona como el, una persona que me había matado muchas veces.

Cerré mis ojos para dormir lo más rápido posible y olvidar todo ésto y el día de mañana levantarme nuevamente con la mentalidad de odio hacia el. Pero mi concertación no duro mucho, sentí como ponía su mano abajo de mi vientre y otra sobre el, y también su respiración sobre mi cuello.

¿Debería quitarme? Solo será esta vez, lo juró.

Cerré mis ojos, debo admitir que me siento muy bien por alguna rara razón, tal vez sea por que fue mi esposo, tal vez una parte si lo ama sabiendo como es, o tal vez solo la necesidad de amor...

Esos fueron mis últimos pensamiento de este pesado día.

dormí profundamente.

Al abrir mis ojos aún estaba oscuro, William ya no estaba a mi lado, me dirigí hacia el baño, por si algo pasaba tener una escusa razonable ante William. Cuando estaba cerca del baño escuché algunos pasos, no pensé con claridad en ese momento, pero corrí lo más rápido y silencioso que pude, y me acomode en la cama, lo más idéntico a como recuerdo que me desperté y cerré mis ojos para simular estar dormida.
Los pasos cada vez estaban más cerca, pasaron cerca de la cama, y llegaron hasta la esquina de la habitación, donde se encontraban los guarda ropa, abrí un poco mis ojos, y si, era William, tiene una linterna en su mano izquierda, y esta buscando entre mis vestidos.

Entonces recordé lo que decía la nota, pero.. Decía a las 9:00 ¿Para qué tomarse la molestia de hacerlo en este momento? Lo más seguro es que yo siguiera las reglas de la nota, y lo leyera justo a la hora indicada, tal vez si lo encontraba antes dudaría mucho más. O tal vez esta haciendo otra cosa. ¡Mierda! No lo sé.

¿Debería arriesgarme?  Bueno ya conozco un poco mejor a William, ¡Hazlo! Si, lo voy hacer.

Me levanté de la cama, disimulando estar recién levantada, William apagó su linterna rápidamente. Yo me dirigí al baño como si no ubiera visto nada, escuché la respiración agitada de el, pero seguí como si nada, entre y cerré la puerta.

Di un gran respiró, y aunque no me faltaban ganas para hacer mis necesidades, me force para hacerlo para que pareciera lo más natural, corrí el agua del inodoro, apague la luz y salí.

Al volver a la cama William estaba sobre ella, como si nada ubiera pasado, me recosté sobre su pecho para comprobar si lo que pasó no era solo una ilución de mi parte, pero su corazón estaba agitado.

Analice toda la noche al respecto pero nada me concordaba, en este momento todo puede ser posible.


CONTINUARÁ...

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