Parte 11: Las palabras duelen

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Por fin había llegado el equipo de Kakashi a su destino tras tres días que a alguno se le habían hecho demasiado largos. El Kazekage tras hablar con sus amigos les asignó un apartamento donde pudieran descansar de ese largo viaje y recomponer fuerzas para la vuelta. 

Ya era de noche, Kakashi se encontraba en el techo del apartamento donde pasarían la noche mirando la luna llena con las manos en sus bolsillos tranquilamente cuando sintió que alguien estaba a su lado unos pasos más atrás. 

- ¿No puedes dormir Sasuke? 

- Me desperté a por un vaso de agua cuando me di cuenta de que no estabas. Has estado demasiado callado desde poco después de que saliéramos de la villa, eso es raro incluso para ti sensei. ¿Ocurre algo? 

El mayor dio un suspiro de resignación porque a pesar de que intentaba negárselo a si mismo su ex alumno tenía razón. Algo ocurría. 

- Desde que hemos salido de la villa he tenido una sensación muy rara y no sé a qué se debe. - El azabache se adelantó un par de pasos para ponerse a la misma altura que Kakashi. 

- ¿Crees que pueda estar relacionado con (...)? 

- No sabría que responder, pero en caso de que así sea, estando en la villa no debería pasarle nada. 

- Puede que tengas razón, igual solo es una sensación que tienes. Tsunade dijo que cuidaría de ella no tienes que preocuparte de nada. - Comentó intentando calmar al que había sido su sensei desde niño. 

- Sí, aun así, no sé si podré tranquilizarme. - Respondió tras un largo suspiro dejando que el silencio se hiciera entre ambos, aunque no duró mucho. 

- Ella es alguien importante para ti ¿cierto? - Hatake solo pudo asentir a la vez que giraba la cabeza para encontrarse con los profundos ojos del Uchiha observándolo detenidamente. - Creo que es la primera vez que te preocupas tanto por una mujer, sí que tiene que ser especial. 

- Nos conocimos cuando éramos jóvenes, hemos vivido bastantes aventuras juntos, situaciones buenas y malas. Supongo que eso une a las personas. 

- No debiste pasarlo nada bien cuando fue secuestrada. 

Kakashi se limitó a mirar la luna que estaba en lo alto del cielo acompañada por un montón de estrellas brillantes. 

- Creo que te entiendo. - Comentó el joven sin dejar de observar al líder de su equipo. - Después de todo ambos somos bastante reservados cuando se trata de sentimientos y de admitir lo importante que puede ser una persona para nosotros. Así que espero que me permitas darte un consejo. Si estás seguro de lo que sientes, no la dejes ir. No permitas que te la arrebaten ni que la aparten de tu lado, protégela y cuídala si no quieres perderla. 

El peli plata sonrió de medio lado bajo la máscara y miró de reojo a su alumno. 

- No deberías utilizar mis propios consejos contra mí. 

- Si no te aplicas tus propios consejos tendré que recordártelos. - Contestó el peli negro dando media vuelta y desapareciendo del techo para entrar al apartamento y así descansar lo que quedaba de noche. Tras unos minutos meditando el consejo que su compañero le había recordado siguió sus pasos. 

-------------------- En Konoha -------------------- 

- Bien, esto se ha terminado, ya no podemos hacer nada más. - Afirmó la Hokage mientras lavaba sus manos tras la operación. - Limpiar todo este desastre, como si nada hubiera pasado y rezar por ella. Espero que Kakashi no se enfade demasiado cuando se entere de lo que ha ocurrido. 

-------------------- Con Kakashi -------------------- 

Tras una despedida con los anfitriones de Suna recorrieron el desierto guiados por el hermano del Kazekage. Una vez fuera de esas frondosas montañas de arena Kankuro se despidió de ellos dejando que continuaran con el camino de regreso a casa. Durante todo el tiempo Kakashi se mantuvo más callado de lo normal y sus compañeros lo notaron, pero nadie preguntó nada. 

Quédate conmigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora