Lo Ideal .- Jeon Jungkook, Park Jimin -.

24

- no me dejes... Por favor...- su voz salió entrecortada y dejo salir todo su llanto.

No podía verlo de esa manera, no sabía porque lloraba, pero no quería que lo hiciera. Daría mi vida entera por no verlo así, por verlo reír, por ver sus ojitos desaparecer por una sonrisa y no ser nublados por densas gotas de lágrimas que expresan dolor, tristeza, recuerdos. Tome asiento a su lado y lo estreche entre mis brazos como si lo protegiera de algún mal, el recibió el abrazo, pero aun así parecía no poder parar su agonía.

- no me dejes... Tu no...- soltó entre sollozos.

Mi abrazo se volvió más fuerte por sus palabras.
De qué habla? yo Jamás lo dejaría. Es más, si él me lo permitiera, me quedaría con él el resto de mi vida, trataría hacerlo feliz hasta la eternidad.

- jamás te dejaría, Jimin... Te quiero mucho, jamás me iré.

- no digas eso...

- ¿por qué? Si yo...

- eso mismo dijo ella...

- ¿ella? - pregunte confundida, ¿a quién se refería?

Jimin se separó del abrazo y tomo aire. En ningún momento me miró a los ojos, su mirada se perdía por todo el lugar menos en mí.

- mis padres...- volvió a suspirar. - mis padres murieron en un accidente.

Estaba pérdida, no lo sabía, el jamás me lo había dicho y ya veo el porqué. Aún le duele. Jamás he tenido un padre, por eso no sé si pueda entender su dolor y aunque a veces me imagino como me sentiría si me quedara sin mi madre, yo siento que sería lo mejor para ella, no tendría que mantenerme, haría su vida de nuevo. Aun así, puedo sentir su dolor, me lo transmite por medio de su voz, su mirada apagada y me duele verlo así.
Lo tome de la mano para que volviera a hablar, él puede confiar en mí y debo hacérselo saber.

- mis padres murieron en un accidente automovilístico de regreso de una fiesta de mi padre... Mi mamá... Ella era la mejor mujer que yo haya conocido. Siempre fue muy amorosa, amable, carismática... Tenía una sonrisa angelical, con solo verla me hacía sonreír por más triste que estuviera...- en sus labios había una sonrisa de nostalgia y con su descripción ya puedo entender de dónde salió este lindo angelito que lleva por nombre Jimin. - ella lo era todo para mí...- las lágrimas volvieron a aparecer, pero el continúo hablando. - antes de ir a esa fiesta... Ella me arropó y después de dejarme mi beso de buenas noches prometió jamás dejarme, cuidarme por siempre y me hizo prometerle que sería un gran niño y que cuidaría del corazón de aquella chica que habitará mis pensamientos... Se despidió como si supiera... Como si supiera que no la volvería a ver, que sería la última vez que nuestros ojos se encontrarían... ¿Ella lo sabía? Y aun así dijo que jamás me dejaría...

- Jimin... Dudo que tu madre supiera lo que iba a suceder... Talvez solo lo dijo por algo que le haya venido a la cabeza en el momento.

- pero todo es tan extraño... Yo la quiero y eso jamás cambiará... Pero la quiero aquí Cassi, la quiero conmigo.

No lo soporte más y volví a abrazarlo, no quería que se sintiera así...

- estoy segura que tú madre te cuida, esté donde esté y también estoy segura que es un hermoso ángel... Por dejar a uno en la tierra para cuidar a alguien más.

- ¿yo soy ese ángel? - pregunto acurrucándose aún más entre mis brazos.

- si...- solté una pequeña risa por su inocencia. - tu eres el ángel.

Jimin río separándose del abrazo. Tomé su rostro y comencé a quitar las lágrimas y los pequeños caminos que habían creado a su pasó. El suspiro con una sonrisa ante mi tacto. Eso me relajo, al menos ya se algo más de mi pequeño Mochi y me encanta que haya decidido contarme lo a mí.
Después de un tiempo, mis ojos no dejaban los suyos era como si solo nos habláramos con la mirada.

- Cassi...

- ¿mhm?

- cumpliré la promesa que le hice a mi madre...

- ¿que...

Antes de que pudiera terminar, el tomo mi rostro y lo atrajo más al suyo. En cuestión de segundos sus labios ya se encontraban sobre los míos. Mi primer beso... No solo un simple beso. Sentí como una revolución dentro de mí, como si mil elefantes tuvieran una marcha y todos caminarán con diferentes destinos. Se separó poco a poco de mí y pude ver una sonrisa en su rostro yo aún no procesaba lo que acababa de pasar ¿En serio había pasado?

- me gustas... Me gustas mucho Cassandra...

Volvió a acercarse a mi antes de recibir alguna respuesta y comenzó a repartir besos por todo mi rostro. Me sentí atontada y aún más cuando sus labios volvieron a estar sobre los míos en un pequeño beso tronando.

- Jimin...- fue lo único que pude formular después de salir de mi pequeño trance.

- ¿no te gusto? Si quieres puedo volver a intentarlo. - volvió a acercarse, pero lo detuve.

- no, no es eso...

- entonces... ¿Yo no te gusto? Entiendo...- su voz salió aún más decaída después de eso.

- No! Tampoco es eso...

- ¿eso quiere decir que si te gusto? - sonó muy emocionado. Pero que bipolar anda hoy.

Asentí como respuesta y el chillo de emoción lo cual me hizo reír. Volvió a besarme tan dulce y lentamente que se me olvidó hasta como respirar. Comenzó a dar pequeños besos en mis labios.

- te... quiero... bonita...- y en el último beso hizo un sonido "muah" fue lo último que se escuchó para terminar con pequeñas risas de parte de ambos.

- también te quiero Jimin...

Me abrazo de nuevo y soltó un suspiro que me relajo hasta a mí. Como si él hubiera estado sufriendo en silencio todo este tiempo y se haya librado de ello hasta el día de hoy. No pude más que responder a su abrazo y suspirar como él hace unos segundos.

- ¿tienes sueño? - pregunto, aún en el abrazo.

- no y no quiero que te vayas. Ya es noche. - gran pretexto para pedir que se quedé, aunque sea un poco más.

- yo tampoco me quiero separar de ti.

- ¿si vemos una película?

- me parece bien...

- espera aquí...