Desde los ojos del angel | Sookai.

02. Huening Kai.

— ¿Eres Huening Kai?

—No.

—Sí, eres Huening, estoy seguro.

— ¡Te he dicho por milésima vez que no imbécil!

En el preciso instante en que la pelea continuaría, llegó la bibliotecaria, quien había mandado a abrir la puerta de la terraza a patadas gracias al escándalo, separando a todos los chicos junto a los profesores de Física y Aritmética.

Ahora Soobin y Huening se encontraban en los asientos afuera de la dirección, esperando su turno para entrar y ser interrogados.

—Entonces... No eres Kai. —Cuestionó el pelinegro haciendo que el menor se irritase cada vez más.

—No, no lo soy. —Soobin le observó poco convencido.

No me lo creo, pero si fueses tú entonces Yeonjun está bien confundido con los argumentos y la palabra "angel".

—Choi Soobin y Kamal Huening Kai, pasen a la Dirección. —mandó la bibliotecaria a lo que un Jisung sonriente salió del lugar.

— ¿No que ese no era tu nombre? —Sonrió Soobin.

No hubo respuesta por parte del más joven. Este solo miraba con rabia al trigueño Han que se marchaba con una sonrisa triunfante hacia su última clase. No es normal sonreír luego de ser el culpable en una pelea... ¿O sí?

—Vale, ¿entras tú o yo primero? —insistió el mayor de pie a un lado de la puerta.

—Bah... —Huening se levantó y dirigió hacia la oficina chocando a propósito con el hombro del contrario.

—Okay, supongo que tú. —murmuró Choi levantando cejas. Le siguió cerrando la puerta desde dentro.

Cuando volteó Kamal ya estaba al frente del escritorio del señor. Dió unos pasos y se detuvo a su lado.

El director, les miraba desde su silla.

—No hace falta que expliquen, ya lo sé todo.

—Entonces no es necesario que estemos aquí ¿no? —dijo el pelinegro.

—He decidido dejarles pasar esta. Tengo una reunión en unos minutos.

—Gracias señor, gracias. —Agradeció el mismo.

—Oiga, ¿y usted no habla? —el director observó al otro chico— ¿Va a dejar que él lo asuma todo? —Señaló a Soobin.

—Él habló solo, pudo callar como yo, pero no lo hizo —escupió el menor—. En ningún momento le obligué. Pudimos quedarnos ambos sin decir nada. Pero, es su forma de destacar, no le culpo.

Soobin posó los ojos en el que acababa de hablar. Tenía estos como platos y las cejas tan levantadas luego de la respuesta de Huening Kai, que pronto se le saldrían del rostro.

— ¿Qué? —la seria expresión del hombre pasó a ser una de burla— ¿Viste lo que te dijo? —no paraba de reír— Tienes que controlar a tu amigo, ¿oíste? No te tiene respeto.

¿Y desde hace cuánto usted me habla tan informal? Hoy nadie me respeta, no es sólo él.

Dijo en su interior el pelinegro. Apretó sus labios y fingió la mejor sonrisa que pudo.

—Tiene razón... Tendremos que platicarlo. —ladeó su cabeza riendo hipócritamente.

Ni siquiera es mi amigo aún, pero que más da.

—Bueno, ya se pueden ir.

—Al fin —murmuró Kamal para empujar nuevamente al mayor y salir lo más rápido posible.

Soobin corrió tras él.

No sería una mala idea emprender una conversación por el corredor hasta llegar a su último período. Esta podría ser su oportunidad.

— ¿Por qué me detuviste? —Él se le había adelantado. Mantenía el ceño fruncido y los puños cerrados.

—Sabes, el chico al que casi le rompes su bonita cara —rió con la vista en el suelo—, es el hijo del director.

— ¿Q-qué? —El rostro del menor se tornó pálido.

—Sí, lo que oíste, es el hijo del tipo con quien acabamos —aclaró su garganta—... con quien acabo de hablar.

Y estaba en lo cierto, Han Jisung también llevaba su popularidad en el colegio, pero nadie sabía de su padre, a excepción de Soobin. Él les había visto en una ocasión que tuvo que mantenerse hasta tarde en trabajo "voluntario" escolar mientras hablaban de temas familiares. Desde entonces se propuso recordar el nombre del trigueño, ya lo conocería para el futuro.

»En fin, digamos, que es una larga historia.

Sí. Una larga historia Soobin. Larguísima...

—Oh. Está bien.

Choi enarcó una ceja.

— ¿Sólo dirás eso?

— ¿Qué otra cosa te diría? —Se detuvo a mitad del pasillo.

— ¿Gracias? —Soobin se colocó frente a él.

—Mejor, te diré mi nombre real.

—¿Eh? ¿Cómo así?

—"Joder diablos basta". Ese es mi nombre —dijo el más pequeño antes de rodear al mayor y seguir su camino.

El más alto no pudo evitar reír levemente y seguirle durante todo el trayecto.

Definitivamente este chico estaba encantado, sería fácil para él.

¿Cierto...?

{🧁}

OPD, día de corrección del capítulo dos.

Esto me trae demasiados recuerdos, el tan solo pensar como una cosa tan sencilla puede enredarse de mil formas hasta moverte el corazón es increíble. Van a entender cuando lean los últimos capítulos.

(｡; _ ;｡) ♡

—ChoiDebbie_