👑 Capítulo extra (2)

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Amir

Hace dos días llegué a España... Tengo que ver a mi hijo, cuidarlo...

Es mi deber.

Así haya parecido un monstruo por completo sé que ella estará mejor sin ese rey loco a su lado, ya mucho tuvo que pasar con mi hermano Carlos.

Ariadna... Querida Ariadna...

Me enamoré desde que la vi salir de ese carruaje al lado de mi hermano; mi madre siempre me había querido poner en el trono, pues sabía que tenía más capacidad que Carlos... Pero el rey tenía la última palabra. Para mi padre siempre fue Carlos el heredero.

Carlos siempre estuvo celoso del amor incondicional que me brindaba mi madre y que a él no le demostraba.

Por eso quería brindarme su corona, su trono... Su esposa.

Al principio quise... Quise acceder ya que él estaba empezando con su declive.

Pero no lo hice... Solo por ella.

Al saber que Aram también estaba enamorado de Ariadna quise desenvainar mi espada en su pecho... Era demasiado impulsivo... Soy demasiado impulsivo.

Pero ella me controlaba, sabía que palabras usar para hacer aparecer mi calma... Siempre supe que Bartolomé era hijo de Aram... Los vi... Los vi juntos un par de veces.

Carlos era el único que no se daba del todo cuenta, aunque tampoco era muy idiota después de todo.

Aún recuerdo una de nuestras últimas conversaciones. Una de mis últimas conversaciones con Carlos.

Hazlo—Me dijo enfurecido ofreciéndome un frasco lleno de veneno.

Lo empujé.

—¿Quieres que asesine a nuestro hermano?—Pregunté en voz baja—¡Estás tan demente!

Recibí un golpe en mi mejilla.

—Quiere a Ariadna, quiere el trono, quiere a mí primer heredero y no dudo que sea suyo—Hizo una pausa sosteniendo su cabeza con fuerza—¡Lo quiere todo!

Lo pensé... Yo sabía con exactitud y detalles que el pequeño príncipe Bartolomé era suyo... Aram era su padre.

Yo lo tenía confirmado pero para Carlos solo era una sospecha.

Lo interesante de Ariadna es que jamás dejaba pistas.

—¿Qué ganaré con eso?—Pregunté considerándolo.

—A ella—Respondió sin titubear—Francia, Inglaterra y España.

—¿Por qué lo haces?

—Quiero agradar a mí madre—Respondió enseguida.

Maldito loco.

Tomé el frasco y lo detallé un segundo, una sonrisa siniestra de posaba en los labios de Carlos... No le creía. No del todo.

Y lo lancé... Lancé el frasco lo más lejos que pude desde la ventana de mis aposentos haciendo que un leve sonido me hiciera saber que se había reventando.

—Hazlo tú—Le pasé por su lado empujándolo—Al menos ten agallas de hacer algo por ti mismo una maldita vez en la vida.

Y salí de allí... Salí de allí a contarle a Aram.

¿Por qué no lo hice?

Carlos nunca me agradó del todo.

Entrando al castillo todos me dan la bienvenida y saludan a la esposa que Ariadna eligió para mí. La felicitan por su embarazo.

Dos Reyes Una Reina ©️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora