Capítulo 13

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— No hay un nosotros —

Narra T/N:

Me levanto de la cama. Tengo una resaca terrible, ¡Dios!... Todo me da vueltas. Me enderezo, estoy por ponerme de pie, me detengo en seco cuando un escalofrío recorre mi espina dorsal.

¡¿Estoy desnuda?!

Vuelvo a la cama envolviendome en las sábanas, mi mano roza con otra. Volteo. ¡Es Noah!

Espera... ¡¿Qué hace Noah aquí?! Y encima ¡¿Por qué también está desnudo?!

Me siento como en la película de Qué pasó ayer, pero no estoy en condiciones para actuar como una detective y tratar de recordar qué sucedió anoche. Veo algunos condones abiertos en la mesa de noche, prendas tiradas en el suelo (que puedo decir que son únicamente mi sostén, mi ropa interior y la ropa interior de él).

¿Acaso tuvimos...?

Mis pensamientos son interrumpidos por un tono de llamada. Proviene de abajo. Me levanto, voy a unos cajones y comienzo a cambiarme lo más rápido posible. Creo que la llamada es urgente, no ha dejado de sonar. Salgo al pasillo, bajo las escaleras y veo frenéticamente cada espacio que hay en la casa. Observo la cocina que es donde se escucha más el sonido.

Aprecio las prendas, después el fregadero. Hay una copa. Frunso el ceño, ¿por qué no logro recordar?

Rebusco en las prendas, es el celular de Noah, lo tomo. Es Millie.

Dudo en colgar pero realmente ansío saber qué le dirá, contesto.

* En la llamada *

— Hasta que finalmente respondes.
¿Estabas durmiendo? — emito un sonido en afirmación, ella suspira —. Bien no tengo tanto tiempo para hablar, no quiero que Finn comience a sospechar... ¿Lo hicieron? — ¿qué se supone que debimos haber hecho? —.

—...

— Noah ¿no lo hicieron o sí? —.

—...

— ¡Responde! ¡¿Tuvieron relaciones o no?! — vuelvo a emitir el mismo sonido —. Me alegro por que Wolfhard y yo no. De alguna forma tengo que, sino, nuestro plan no dara resultado — pude jurar en el momento que me sentí usada, que desperdicie una oportunidad, me siento del asco —. En fin, nos vemos — cuelga —.

* Fin de la llamada *

Coloco el celular en la encimera. Tomo las prendas para lavarlas, subo al cuarto, él sigue durmiendo. Tomo la ropa interior, vuelvo a la lavandería.

« ¿Cómo fue que fui tan ilusa? ¿Qué es lo que quieren lograr? »

Tocan la puerta. Suspiro. Camino al living, me acerco y abro. Es Nick. Creí que ya no vendría, después de todo necesito su ayuda.

— Hola — saludo —.

— Hola... Emm, ¿tienes un momento? — volteo a ver las escaleras y el resto de la casa, tomo mi abrigo del perchero y salgo —.

— Si — me voy poniendo este —.

— Genial. Por que necesito hablar contigo, es urgente — asiento y emprendemos viaje —.

[ • • • ]

Después de un rico desayuno y un pequeño postrecillo nos encontramos en una banca del parque al que solíamos ir en compañía de George. El ambiente es melancólico, sin embargo le temo más a lo que me vaya a decir Nick. Por que es horrible cuando una persona desaparece y reaparece para darte noticias, sean buenas o malas.

Sentía mi corazón latir tan rápido como a la velocidad de la luz, mis manos temblorosas y tragando saliva cada minuto.

— Anoche me habló Finn — empieza. Desvío mi mirada tratando de concentrarme en otro cosa, mis oídos son sordos por un instante sin embargo la atención está en el aire —. Me dijo que... Millie... — se le dificulta el hablar —.

— ¿Quería darse un revolcón con él? — digo —.

— ¿Cómo lo sabes? —.

— La sínica le marcó a Noah, yo contesté y dijo que el plan no estaba funcionando — este está por hablar y lo interrumpo —. Si te lo preguntas qué hacía el celular de Noah en mi casa fue por que ayer estaba borracha gracias al vino y llegó a visitarme, terminamos teniendo sexo — sacudo la cabeza —. Ese no es el punto. El punto es que me usó, ¿para qué? Ni yo lo sé — aclaro —.

— Espera... El punto es que Finn me dijo que no lo hicieron, que sentía como si te estuviera traicionándote... — bufo —.

— Claramente lo traicioné a él, ¿no es así? —.

— Si —.

— Sólo quiero saber por qué tratan de hace lo que hicieron — suspiro —.

— No te preocupes. Estaré investigando. Por lo mientras regresa a casa y trata de relajarte — asiento, nos hundimos en un abrazo y cada quien se va por su cuenta —.

[ • • • ]

Al llegar a casa me dirijo a la sala. En la alfombra hay una mancha de vino junto con la botella. Ruedo los ojos y por las escaleras baja Noah, está cambiado con la lavada ropa que traía ayer.

Este se me acerca con la intención de abrazarme, me aparto un poco.

— ¿Qué tienes? ¿Despertaste bien o...? — niego, intenta abrazarme, dejo que lo hago y no correspondo —. ¿Enserio no tienes nada? — musita una vez alejándose —.

— No. Es que... — suspiro rendida —.

— Mi amor. Tú y yo estaremos bien. Lo que pasó fue sencillo — explica arrogante (bueno, con un rostro arrogante) —. Estabas borracha, me seduciste diciendo que realmente querías estar conmigo en vez de Finn, tuvimos sexo y ahora quiero saber... — me fulmina con la mirada. ¿qué carajo está diciendo? —. ¿Las cosas van a cambiar entre nosotros? ¿Seremos algo más que amigos? —.

— Cuatro palabras — digo —. No-hay-un-nosotros — culmino. Este asiente. Dolido y enojado toma sus cosas (que es su celular y su chaqueta), antes de irse posa sus labios en mi oído —.

— Vas a arrepentirte ______ Cooper. A partir de hoy tu vida va a ser el infierno que te mereces — se va y azota la puerta de la entrada —.

M E    A T R A E S  ( Finn Wolfhard y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora