Escucho como Lucius le dice eso a Harry y mi ira se incrementa, ¿Quién diablos se cree para decirle eso? Pero también sé que no debo decir nada, al menos no frente a todos. Al ver que se va miro de reojo a mi novio y me dirijo hacia la mesa de profesores. Quiero ir hacia él, pero no debo, la prioridad es continuar ocultos para que el Lord Oscuro no se entere.
Veo como los amigos de Harry lo sacan de sus pensamientos y lo llevan hacia la mesa, pero en vez de comer, sigue callado, quisiera ir con él, pero por ahora es mejor así, no podemos levantar sospechas. Recorro el gran comedor con la mirada y me doy cuenta que Parkinson ve a Harry, arrugo el entrecejo y no aparto la mirada por unos segundos más. En los cuales ella lo deja de ver para continuar cenando.
Debo tener cuidado con esa niña, algo no me agrada de ella, pero por ahora no tengo pruebas, sólo mis sospechas. El comedor vuelve a la normalidad y poco a poco se van los alumnos. Me despido de mis compañeros y tras mirar por última vez a mi novio salgo de ahí.
Mi cuarto está en silencio, hace mucho que Harry no está aquí, sonrió mientras cierro los ojos y recargo mi cabeza en el respaldo del sillón, mañana la mayoría de los alumnos se irán, por lo que tengo entendido contando a Draco y Blaise se quedarán sólo 5 alumnos, así que podremos pasar más tiempo juntos, al menos por unas semanas.
Unas voces interrumpen mis pensamientos y al reconocer la voz de Granger me dirijo hacia la puerta, al abrirla me sorprendo de ver a Harry, su amiga y a Parkinson.
—¿Qué hacen aquí? 20 puntos menos para Gryffindor —al ver la sonrisa de la Slytherin continuo —y Señorita Parkinson si no me da un buen argumento para estar aquí, me temo que por su culpa nuestra casa perderá 10 puntos.
Veo como se sorprende y abre su boca intentando decir algo, pero fracasa en el intento.
—10 puntos menos para Slytherin, siempre tan elocuente señorita Parkinson. —Sé que desea golpearme, pero no me interesa.
—Sólo intentaba regresar a Granger y Potter a su sala, soy prefecta y...
—Sé que es prefecta, no necesita recordármelo, no sé qué pensaba el día que la propuse para ese puesto.
—Profesor sólo quería que ellos no lo molestaran, dicen que iban a verlo, cuando ya terminaron las clases.
Sin poder evitarlo volteo a ver a Harry, estoy molesto con él, sabe que no debe venir a verme, ¿no pudo aguantar un día más?
—Siempre intentando romper reglas, acaso quieren pasar todas sus vacaciones castigados, puedo hacer que se queden en el castillo.
—No profesor, Harry no quería venir, lo obligue...
—Granger no veo que tenga una varia en el cuello de Potter, si él vino fue porque acepto, nadie viene a la fuerza.
—B-bueno, y-yo...
—Me sorprende que no pueda hablar, pensé que era la más lista del curso. —Volteo al escuchar la risa de Parkinson. —Usted vaya a la sala común, yo me encargo de ellos.
—Pero...
—No lo volveré a repetir, váyase.
Ella me mira con enfado, y tras dirigirles una última mirada se va.
Cuando dejo de escuchar sus pasos mi mirada se posa en los dos Gryffindor, espero que sepa que estoy molesto con él.
—No deben estar aquí, a menos que sea un asunto de vida o muerte.
—Hermione, vámonos.
Cuando dice eso ni siquiera me mira
—Profesor, por favor, podemos entrar.
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Del odio al amor... sólo hay un paso
FanficHarry Potter cursa su sexto año en Howgarts, cansado de todo lo que todas las personas esperan de él, no sabe que el destino le tiene preparado la prueba más difícil de todas, aceptar lo que esta sintiendo por su "odiado" profesor de pociones.