Precaución: El siguiente capítulo puede herir susceptibilidades debido a la violencia de algunas de las escenas. Se ruega discreción frente a los hechos narrados, y recordar que solo es ficción.
Antes de ir a dormir, a Melissa se le ocurrió una idea. Si Alex estaba atacando como respuestas a sus ataques, ellos también lo harían. Esto era una batalla y no darían su brazo a torcer. Sin embargo, debían crear un plan lo suficientemente inteligente, además de seguir a Elisa, porque seguirla no implicaba que ella se encontrase con Alex.
Considerando que él solo enviaba a un colaborador para recibir el mensaje, la petición o lo que fuera de Elisa para que no los conectaran de ninguna forma, había que forzar un poco más las cosas, para que ella cayera con más fuerza.
Saeyoung dudaba ante la iniciativa de Melissa, ya que lo consideraba demasiado arriesgado, pero terminó cediendo. Era importante llegar hasta Alex, y por ahora, no tenían ni idea de cómo encontrar su escondite. Elisa podría darles esa ayuda, pero había que forzarla a hacerlo.
Ambos se durmieron ese día, abrazados, aunque a Saeyoung le pareció algo extraño al tocar el cuerpo de Melissa: nuevamente estaba más delgada. Había bajado peso desde la misión en la que escaparon sobre los trenes. Decidió que, a partir de ese día, se preocuparía más por la alimentación de la chica, que, considerando todos los sustos e intentos de muertes, los escapes frenéticos y las balas, era probable que estuviese perdiendo peso.
Al otro día, se levantaron temprano para la misión: Elisa. Esta misión se dividía en dos partes: la primera era visitar su residencia, justo antes del amanecer. La segunda era seguirla a su reunión con el colaborador de Alex.
De esta forma, llevaron un par de implementos mientras reían, y los guardaban en el bolso. Tomaron uno de los autos de Saeyoung – que no estuviese destruido – y se dirigieron hasta la residencia. Eludieron eficazmente la seguridad, gracias a que Elisa era muy ilusa, aun no cambiaba contraseñas, guardias ni nada de su seguridad, a pesar de las confrontaciones que ha tenido constantemente con Melissa.
- Debe creer que lo que le decías eran solo amenazas, y se siente bien protegida por Alex. – comentó Saeyoung al respecto.
Debieron recorrer los mismos árboles, parques y plantas que ya reconocían, evitando a los guardias que ya habían visto. No les fue demasiado difícil volver a ingresar por el techo. Antes de saltar al techo, Melissa se apoyó en la pared, mientras recuperaba el aliento, para luego saltar.
- ¿Estás bien, Mel? – le preguntó Saeyoung.
- Solo estoy un poco cansada. Ya sabes, no hemos dormido casi nada. – le dijo ella, con un pequeño guiño.
- Pero nunca dormir te había afectado tanto. – Saeyoung frunció el ceño, mientras ella negaba con la cabeza.
- Vamos Saeyoung, ¿no se supone que nos íbamos a divertir? No pierdas el foco. – respondió moviéndose y escabulléndose, sonriéndole juguetonamente. Saeyoung la siguió.
Moviéndose por el techo, llegaron hasta la ventana donde se encontraba la habitación de Elisa. Saeyoung modificó las cámaras, y la alarma para que no sonara, de acuerdo con la clave que Melissa ya sabía. Silenciosamente, ingresaron por la habitación de la castaña, quien a esa hora dormía profundamente, quedándole solo una hora para despertar. Todo estaba en completa oscuridad. Como Melissa conocía el apartamento – y la manía que tenía Elisa de no mover absolutamente nada de lugar – la peliblanca sabía por cual espacio moverse. Era una espaciosa habitación color blanco, con cuadros de diversos artistas, con evidentemente un armario del tamaño de aquella misma gran habitación, además de un gran florero, una mesa con una computadora, entre otras cosas.
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De sudor y ternura «Mystic Messenger» [Jumin/MC] [Parte I]
Fanfiction[Parte I] ¿Qué les sucedió a Jumin y su esposa, Crystal, luego de que se casaran? ¿La vida los dejará ser tan felices como ellos quieren? Historia repleta de intrigas, romance, drama, y por supuesto: la pasión desbordante de Jumin Han. Esta es la...