Donde Hubo Fuego, Cenizas Quedan

Capitulo 3

 ―Hola bebe- dijo ella apunto de caerse

 ―¡Joder Rosse! ¿Estas ebria?

 ―Solo un poquito- rio, en realidad no estaba ebria, Zayn odiaba que ella tomara decía que no era bueno para su salud, Zayn le tenia una cena romántica, quizá se sentía culpable de lo que había echo y eso ella lo sabia gracias a Niall- ¡Hola bebe!- dijo de nuevo

 ―Sabes que odio que tomes, Rosse eso no te hace bien, vamos a la cocina te preparare un café bien cargado y te vas a dar una ducha de agua helada para que descanses bien

 ―¡Lo que quieras bebe!- se acercó a darle un beso-

―¡Fumaste! Rosse ¿Qué te esta pasando? Quedamos en que no volveríamos a fumar

 ―¡Yo no fume Zayncito!- dijo gritando

 ―Tranquila cariño, vas a alarmar a los vecinos, pásate- Zayn llevo a Rosse a la cocina y la sentó- ¿A dónde fuiste amor?

 ―Fui... fui…- intento actuar como si en realidad estuviera ebria- ¡No me acuerdo!- grito riéndose

 ―¡Shh! Los vecinos están durmiendo- puso una tetera en la estufa-

―¡Ya me acorde!...¿De que hablábamos?

 ―Te pregunte que a donde habías ido- se sentó junto a ella

 ―¡Ah! Es cierto…fui con Kate a un bar, de esos donde los hombres se desnudan..

 ―¿Qué hiciste que?- grito-

―¡Dios me duele la cabeza!- la tetera hizo un sonido, lo que significaba que ya estaba caliente el agua- ¡Que lindo mi vida! Me preparaste una cena- Zayn sirvió el agua en una taza

 ―Pues te quería impresi…- un fuerte golpe se escucho- ¡Rosse!- grito Zayn, ella estaba tirada en el piso “dormida”- Corazón, te quedaste dormida- Rosse sintió un poco de cariño al escuchar a Zayn- te llevare a cama para que puedas dormir bien- le dio un beso en la frente y la cargo hasta llevarla a su cama, se acostó con ella abrazándola- sabes… yo te amo mas de lo que te puedas imaginar, yo era un mujeriego pero llegaste tu y mi vida cambio, nunca pensé en enamorarme de verdad, nunca pensé en que algún día me casaría y mírame- rió- en un mes serás la señora Malik y yo el hombre mas feliz del mundo- y Rosse por poco cae, por poco y lo perdona- sé que he cometido muchas estupideces, incluyendo esta mañana y no se por qué lo hago si te tengo a ti, perdóname, te juro que después de que nos casemos no te volveré a hacer infiel, no sé que hice para merecerte, siempre estaré a tu lado, siempre…-ambos se quedaron dormidos

 Ya había amanecido, los cantos de los pajarillos resonaban en la recamara y la luz se colaba por la ventana, Rosse abrió los ojos poco a poco miro a su alrededor pero no estaba Zayn por ningún lado, vio que no traía su ropa si no una camisa de Zayn que le quedaba un poco mas arriba de las rodillas, bostezo tallándose los ojos y se paro de la cama, salió de la recamara y aspiro el olor a huevos fritos.

 ―¡Que rico huele!- grito Rosse desde lejos

 ―Ayer no pudimos cenar, a si que te compensare con esto

 ―Que bien Zayn, pero me tengo que ir- dijo sentándose en la mesa- lo siento

 ―¿Por qué?- sirvió el huevo en el plato

 ―Tengo que… ver unas cosas de la boda

 ―Pero amor… ¿No te puedes quedar un ratito mas? Ayer no pude hacer nada con tigo- dijo un poco triste

 ―No, no puedo, me iré a cambiar ¿Dónde dejaste mi ropa?

 ―En el baño- dijo triste

 ―Lo siento Zayn, será para otro día-se levanto de la silla y fue hacia el baño

 Cuando entro a aquel cuarto, estaba frio, cerro la puerta y se sentó en el escusado tapándose la cara y comenzó a llorar, en realidad ella estaba destrozada todas las cosas que Zayn le había dicho en la noche mientras la abraza la habían confundido tanto, pero su orgullo era mayor no podía permitir, había tantos sentimientos encontrados; odio, amor, deseo, sufrimiento, dolor y todo eso la destrozaba, se sentía tan impotente, una parte de ella quería perdonarlo, ocultarle todo lo que había pasado, hacer como si nunca hubiera pasado nada y seguir con sus planes de boda, pero por milésima vez su maldito orgullo ganaba, dio un grito de odio y se levanto, fue hacia el espejo y me miro, estaba destrozada por dentro como para afuera, hizo puños con las manos y golpeo el espejo haciendo que este ser rompiera y miles de pedacitos cayeran, cortando su mano.