Al despertar al día siguiente corrí a ver mi teléfono, no había mensajes ni llamadas me desilusione, Sali a lavarme los dientes, me bañé, me vestí con unos shorts blancos y una blusilla de color naranja y baje a desayunar, papá ya no estaba y me había dejado el desayuno con una notita color verde manzana <te amo mi princesa> no pude evitar sonreír, siempre supe que cuando me enamorara no podría ser de alguien que no fuera como mi padre, siempre llenándome de su amor, encendí la radio y me dispuse a desayunar.
Cuando terminé iba a regar unas plantas que mi padre cuidaba como otras hijas cuando escuché alguien abrir la puerta salí despacio a mirar, siempre podría ser cualquier cosa y ahí estaba él con un hermoso cactus y una caja de chocolates, no reaccioné, por unos instantes me quedé pasmada mirando sus ojos, había sombras oscuras bajo estos, me brindo una cálida sonrisa donde se formaron sus hermosos hoyuelos, extendió sus manos indicándome a que lo abrazara.
La luz de la puerta hacia que se viera como un ángel, corrí hacia el y me lancé a sus brazos, inhalé su olor y me embriague con el -Te extrañé pequeña- susurró en mi oído, busqué desesperadamente sus labios, lo besé como tal vez nunca antes lo había hecho, pensando en que siempre podía ser el último beso, el ultimo abrazo, su última caricia, puso suavemente la planta en una repisa junto a la puerta y soltó los chocolates sin dejar de besarme, me tomó por la caderas y rodee su cintura con mis piernas.
Nos detuvimos varias veces para respirar mientras subíamos las escaleras para llegar a mi cuarto, al entrar me recostó suavemente en la cama poniendo sus manos sobre la cama a la altura de mis hombros, sus ojos brillaban con intensidad, está tan excitado como yo.
Bajé por su dorso intentado quitar su camisa y recordé de donde venia -¿Podemos?- pregunté, el sonrió de soslayo y asintió -muero de ganas por esto preciosa- y me besó, las prendas empezaron a sobrarnos y las caricias a faltar, sentir su piel rozar con la mía, su calor, su aroma, nuestros cuerpos unirse en uno solo, nuestras respiraciones agitadas.
No pude pensar en otra cosa que no fuéramos nosotros dos, el mundo se detuvo a nuestro alrededor, sin importar nada más, te amo susurro una y otra vez en mi oído; escuchar su voz mezclada con sus gemidos y saber que yo soy la causante de todo esto me hizo estallar en éxtasis y llegar al clímax de nuestro acto, minutos después el me acompañó.
Me recosté sobre su pecho, su corazón como siempre sonaba de forma irregular -Te amo Gabriel- solté aun con mi respiración entrecortada -Te amo con toda mi alma- el besó mi frente con ternura -yo también te amo pequeña.
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Hasta que el amor termine
Teen FictionEmma es una joven con una vida aparentemente normal, que se dedica a sus estudios con devoción, de pocos casi ningún amigo, pero llegara alguien a su vida que descubrirá el secreto que esconde provocándole un sinfín de emociones.