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—No he visto a un joven causar tanta euforia en Londres desde el debut de Caroline —comentó con Jungkook, Robert Collingwood, mientras ambos observaban a Yoongi en un baile una semana después—. Fue el suceso más comentado de la semana. ¿Es verdad que Yoongi le ha dicho a Roddy Carstairs que sería capaz de vencerlo en un torneo de tiro al blanco usando su propia pistola?

—No. Yoongi dijo que si Roddy Carstairs tratara de tomarse alguna libertad indeseada, él mismo le tiraría... y si le errase al blanco, lanzaría a Wolf contra él. Y, en caso de que Wolf no terminara el servicio, garantizaría que yo lo haría. —Jungkook rió y movió la cabeza—. Fue la primera vez que alguien me señaló para el papel de héroe. Quedé un poco decepcionado por haber sido elegido segundo después del cachorro.

Robert miró extrañado a Jungkook, quien no lo notó, pues observaba atentamente a Yoongi. Rodeado por admiradores que disputaban su atención, se mostraba sereno e imperturbable, como un rey pelirrojo siendo cortejado por sus vasallos. Usando un vestido de satén azul claro y guantes de la misma tela, los cabellos rojos cayendo en cascadas sobre sus hombros, Yoongi dominaba el baile con su presencia.

Mientras lo observaba, Jungkook notó a lord Warren muy próximo a Yoongi.

Pálido de rabia, se volvió hacia Robert:

—Con permiso. Necesito tener una conversación con Warren.

Fue la primera de muchas veces, durante los quince días siguientes, que la sociedad fue testigo del incomparable espectáculo del marqués de Wakefield embistiendo furiosamente, como un halcón feroz, sobre algún pretendiente entusiasmado cuyas atenciones para con lord Yoongi se volvían demasiado notables.

Tres semanas después del debut de Yoongi, Ha Joon entró en el escritorio de Jungkook.

—Ya hice la lista de candidatos a marido para Yoongi, ¿te gustaría examinarla? —Anunció en tono de quien era forzado a realizar una tarea repugnante y no veía la hora de librarse de ella.

Jungkook dejó de leer el documento que tenía en las manos y entrecerró los ojos en dirección al papel que Ha Joon mencionaba.

—Ahora estoy ocupado.

—No importa, me gustaría examinar la lista contigo. La tarea de prepararla no fue nada agradable. Seleccioné varios candidatos aceptables, pero no fue fácil.

—Estoy seguro de eso —comentó Jungkook con sarcasmo—. ¡Al final todos los petimetres de Londres estuvieron aquí como cachorritos meneándole la cola a Yoongi! —Con eso, volvió a concentrarse en el documento—. Muy bien, léeme los nombres, si así lo deseas.

Frunciendo el ceño, ante la actitud indiferente de Jungkook, Ha Joon se sentó delante de él y se colocó los anteojos.

—En primer lugar, seleccioné a lord Crowley, que ya me pidió permiso para cortejarlo.

—No. Muy impulsivo —decretó Jungkook.

—¿Por qué dices eso? —Preguntó Ha Joon confuso.

—Crowley, no conoce lo suficiente a Yoongi para querer «cortejarlo», como mencionaste.

—¡No seas ridículo! Los cuatros primeros jóvenes de esta lista ya me pidieron permiso para cortejar a Yoongi, desde que, quedó claro, que tu casamiento con él no está decidido.

—Retira los cuatro por... el mismo motivo —persistió Jungkook, sin levantar la vista del documento—. ¿Quién es el próximo?

—Lord Wiltshire.

—Demasiado joven. ¿El próximo?

—Arthur Landcaster.

—Demasiado bajo. ¿El próximo?

—William Rogers, que es alto, conservador, maduro, inteligente y atractivo — Ha Joon recitó en tono desafiante—. Además, es el heredero de una de las mejores y más grandes propiedades de Inglaterra. Creo que sería un excelente marido para Yoongi.

—No.

—¿Por qué no? —Estalló Ha Joon.

—No me gusta la manera como monta.

—No te gusta... Muy bien. El último nombre de la lista es lord Terrance, excelente caballero, buen camarada, también alto, atractivo, inteligente y rico. ¿Qué defecto puedes señalar en él ? —Preguntó Ha Joon, triunfante.

—No me gusta.

—¡No eres tú quien se va a casar con Terrance!

Jungkook se inclinó en la silla y dio un puñetazo sobre la mesa.

—Ya dije que no me gusta. Asunto terminado.

Lentamente, la irritación de Ha Joon dió lugar a la sorpresa y, entonces, a una sonrisa maliciosa.

—Tú no lo quieres, pero tampoco quieres que nadie lo tenga... ¿verdad?

—Verdad —Jungkook respondió en tono sarcástico—. No lo quiero.

La voz baja y furiosa de Yoongi se escuchó desde la puerta:

—¡Yo tampoco le quiero a usted!

Los dos hombres se volvieron hacia él, pero su mirada relampagueante se mantuvo fija en Jungkook, mientras Yoongi se aproximaba y plantaba las manos en la mesa.

—Ya que está tan preocupado por librarse de mí, en caso de que Taehyung no me venga a buscar, trataré de esforzarme por encontrar varios sustitutos de él, ¡pero usted jamás será uno de ellos! No vale un décimo de lo que Taehyung vale. Él es amable, gentil y de buen corazón, mientras que usted es frío, cínico, engreído y... un bastardo!

La palabra «bastardo» encendió la llama de furia en los ojos de Jungkook.

—Si yo fuese usted —contestó él con un tono peligrosamente bajo— comenzaría a buscar sustitutos, pues su querido Taehyung no le quiere más de lo que yo le quiero.

Humillado hasta donde ya no podía soportar, Yoongi se dio la vuelta y se marchó, determinado a probar a Jeon Jungkook que otros hombres lo querían. Y nunca más confiaría en él nuevamente.

Durante las últimas semanas, llegó a creer que eran amigos, que Jungkook se sentía a gusto con él. Recordó como lo había llamado recientemente y se puso rojo de vergüenza. ¿Cómo pudo dejar que Jungkook lo provocase al punto de insultarlo?

Cuando Yoongi salió, Ha Joon se volvió hacia Jungkook con expresión afligida.

—¡Felicitaciones! Me di cuenta que querías que te despreciara desde el día que puso los pies en Wakefield, pero sólo ahora comprendo por qué. Vi el modo en que lo miras cuando piensas que nadie te ve. Lo deseas y tienes miedo de que en un momento de flaqueza la pieza encaj...

—¡Basta!

—Lo deseas —Ha Joon continuó, furioso—. Lo quieres y te detestas por eso, pues te consideras débil. Bien, no debes preocuparte, pues lo has humillado tan profundamente que jamás te perdonará. Los dos han acertado. Eres un bastardo y Taehyung no vendrá a buscarlo. Puedes celebrarlo, Jungkook, pues no necesitas preocuparte con tus debilidades. Yoongi va a odiarte aún más cuando se de cuenta de que Taehyung no vendrá. Espero que disfrutes del triunfo.

Jungkook tomó el documento que estuviera leyendo, manteniendo una expresión indiferente.

—Haz otra lista la semana que viene y entonces traemela.  

Una vez & Para siempre ▪︎KOOKGI▪︎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora