Las chicas me miraron, esperando alguna reacción de mi parte y yo sólo permanecí en shock. ¿Por qué? No lo sé, no es la primera vez que saldría con Thomas a solas, es decir todo este tiempo compartimos escasas salidas juntos. Pero siento algo extraño en mi, como si su cercanía de la noche anterior me hubiese dejado algo ¿Incómoda, quizás?. No sé, no puedo explicarles lo que pasa por mi cuerpo ahora.
- ¡Llamando a tierra, Em! -Me sobresalto ante la voz de mi mejor amiga-.
- Oye, ¿Qué te pasa? Te quedaste congelada. ¿No le vas a contestar? ¿No lo quieres ver, Em? -Pregunta una Julie inquita ante mi reacción-.
- Ehh... Yo... No...digo si. - Tartamudeo-.
- Emily, me das miedo, ¿Qué diablos tienes?
- Estoy bien, Vicky, lo siento sólo me he quedado en shock. No sé como actuar ante él. Su cercanía de anoche me dejo como no sé, incómoda. -Confesé hacia mis amigas-.
- Si, creo que te entiendo y por parte no. Se supone que son amigos de hace cierto tiempo. No debes ponerte así. -Julie posa su mano en mi hombro en demostración de apoyo-.
- Si, Em, debes preguntarle que se insinúa, y ya. Son amigos, ¿Si? Hay confianza, o eso creo. -Habla algo dudosa-.
- Si, debo preguntarle, eso haré. No ando para rodeos y quiero saber porque hizo lo que hizo. -Afirmé-.
Aunque no estaba segura de que a la hora de preguntarle me encuentre tan valiente. Quizás sólo sea una manera de molestarme como siempre. Pero, que rara manera.
- Bien, contéstale amiga. -Dice Julie-.
Le contesto el mensaje, diciéndole que sí, y donde quería que vaya. Su respuesta no tarda mucho en llegar.
Solivar😊:
A las cuatro y treinta, en la heladería que está a 5 cuadras de tu casa. Si te parece.
Emily:
Bien, ahí estaré.
Las chicas me cubrirían iríamos juntas, aunque ellas no se harían ver. Pero prometieron vigilarlo, para ver sus insinuaciones. Me pareció algo tonto, pero no se puede contra mis amigas y como bien dicen por ahí, "Sino puedes contra ellos, pues unetélos".
Eran casi las cuatro de la tarde, de ese domingo caluroso. Vicky me prestaría ropa para ir presentable.
Usaría un short jean, una remera blanca holgada y mis zapatillas vans, negras, de siempre.
Creo que le estoy dando mucha importancia a esto. Ni que Thomas sea el chico que me guste.
Una vez en el lugar, busco con la mirada a Thomas, y se hace presente en mi campo de visualización. Está sentado en una mesa ubicada en una esquina de la heladería. Su mirada está en la calle, su semblante se muestra serio y pensativo.
Viste un jean negro, sus zapatillas clásicas, y una remera azul, ajustada su cuerpo. Se ve lindo de perfil.
Camino hacia mi amigo y me detengo frente a la mesa. Su vista viaja desde mis piernas descubiertas a mis ojos.
Me sonríe.
- Hola, Em. -Le devuelvo la sonrisa-.
- Hola. -Digo, y tomo asiento frente a él-.
- ¿Está todo bien? -Inquiero-.
- Si. Bueno tengo algo que decirte, pero no encuentro la manera correcta de expresarme. -Responde algo nervioso-.
- No creo que sea algo malo o ¿Si? Vamos con confianza somos amigos. -Lo aliento-. -Duda un momento, pensativo y luego agrega-.
- Primero quiero pedirte disculpas por lo de anoche, fue imprudente de mi parte acercarme a ti de esa manera. Siento si te incomodé. Lo cierto es que hace unos días, me siento diferente contigo. -Lo miro directo a los ojos como queriendo leer sus pensamientos. Pero, nada-. -Prosigue-.
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Atrapados En Dramas.
JugendliteraturTodos tenemos secretos ¿no? Y a todos alguna vez nos descubrieron... ¿Eso que provoca? Estar atrapado en un gran drama. Nuestros personajes tienen secretos que están pisando sus talones, secretos que ni ellos se esperaban tener que guardar. Ni si...