La vida de adolescente de Arthur Kirkland. Hetalia

Parte 107

Te sientes cansado, abrumado y sobre todo desorientado.

Quieres salir de clase.

No crees poder aguantar a la profesora de Orientación por más tiempo.

Te remueves incomodo en tu asiento.

Quieres salir ya.

Un constante pulso en tu cabeza te advierte que tendrás pronto un gran dolor de cabeza.

Te inclinas en tu asiento.

-Arthur ¿Estas bien? - Vlad te llama a tu derecha. No sabes porque, pero Lukas y Vlad han estado sentados cerca de ti, como en una silenciosa solidaridad. Asientes con la cabeza no muy seguro. Él no se convence. - ¿Quieres que te lleve a la enfermería? – Oh, la enfermería. ¿Cómo no lo pensaste antes? Si vas allá y convences al practicante en turno que te deje quedarte sentado en la sala de espera con un justificante, quizás no tengas que volver al resto de clases. Asientes con la cabeza. - Vamos. - Tomas tus cosas y ambos se levantan con dirección al escritorio del profesor, donde se encuentra la maestra revisando trabajos.- Profesora.- La llama Vlad.

Ella levanta la cabeza y los mira.

-¿Qué necesitan, jóvenes?

-¿Puedo llevar a Arthur a la enfermería? No se siente bien. - La odiosa profesora te analiza con la mirada, sopesando en si realmente estabas enfermo o solo fingías. Quizás las ojeras en tus ojos fue lo que la convenció o quizás fue tu expresión decaída la que genero la suficiente compasión como para que los dejara salir con un solo ademan de mano. - Usted tiene que volver, Ardelean.- Dijo, señalando a Vlad con su pluma rosa.

-Sí, profesora. – Le das una ligera inclinación de cabeza a la profesora en señal de agradecimiento y caminas, seguido de Vlad, a la puerta.