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Las clases en la universidad ya habían finalizado. Hace un par de minutos las puertas del instituto se encontraban repletas de estudiantes, pero ahora, solo unos cuantos invadían los portones.

Jimin apenas se encontraba saliendo, estaba caminando por los pasillos, los cuales yacian vacíos. Su última asignatura se había alargado un poco, y no podía abandonarla ya que el profesor les había amenazado con un punto menos en las evaluaciones finales, y el no quería causar problemas por ser un joven de nuevo ingreso.

La mayor parte del día se la pasó en silencio, aún no conseguía amigos en ese lugar, el único que le hablaba era Yoongi, pero lo hacía para fastidiar o para pedirle bolígrafos.

Había pensado en buscar a Jungkuk para charlar un poco, pero no lo encontró por ningún lado. Quizás había faltado a clases.

Estando afuera de la universidad, se da cuenta que el automóvil de su primo ya no se encuentra en el estacionamiento.
Por un momento olvidaba que Yoongi no tenía paciencia.

Gruñiendo por qué lo han dejado, suelta un suspiro y decide caminar a casa.

Antes de poder hacerlo escucha como le llaman. Prestando atención se da vuelta y encuentra al pelirrojo vestido con un uniforme de su club. El mayor esbosaba una sonrisa, mientras que una pequeña capa de sudor invadía su rostro y cuello.

Jimin trata de regresar el gesto, pero su sonrisa se aprieta y siente esa sensación de salir corriendo. La presencia de Jungkook le llenaba el cuerpo de vergüenza, y las ganas de ignorarlo se presentaban en el.

En cuestión de segundos las piernas ya las tenía juntas y su pecho ya se encontraba apretado.

Con vergüenza decide contestarle.

— H-hola Jungkook. — dice cohibido.

El mencionado sin quitar la sonrisa de su rostro se acerca al pequeño cuerpo que tiene enfrente, puede observar como el rubio retrocede unos pasos cuando están quedando a centímetros de distancia.

Demasiado nervioso, Jimin se aferra a las tirantes de su mochila, apretando las dos tiras sofocado, rogando para que el mayor se fuera en estos instantes.

— ¿Quieres que te lleve a casa precioso?. — ofrece con sonrisa ladina, mientras lleva una de sus manos a la rechoncha mejilla contraria.

El tacto del pelirrojo hiela por completo al rubio. El toque que le estaba dando en el rostro lo sentía placentero, no era para nada incómodo.

Sentía como el dedo pulgar de Jungkook acariciaba lentamente la superficie de su mejilla, su cuerpo en segundos sintio espasmos, parecidos a los que le daban cuando estaba apuntó de venirse.

Olvidando la pregunta que le habían hecho anteriormente se decide por cerrar sus ojos y disfrutar de los toques que le daban, sin pensarlo su boca se fue abriendo poco a poco, hasta sentir un aliento caliente que le golpeo todo el rostro. Pero eso no evitó que despegara sus párpados.

—¿Seguro que no quieres que te lleve a casa?. — vuelve a preguntar en un ronroneo cerca del cuello del menor.

Jimin se muerde sus rechonchos labios, sintiendo como aquellas palabras que fueron expulsadas como un susurro, le trajeron satisfacción al cuerpo.

Apretando más sus piernas y sintiendo como algo en su pantalón se mueve, decide abrir sus ojos de par en par.

El rostro de Jeon Jungkook se encontraba tan cerca del suyo, podía sentir la mirada tan profunda e intensa que le mandaba el mayor. Sus cuerpos estaban a centímetros de ser golpeados.

The Jeon Twins ➸2 JJK,1 PJMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora