En El Olvido ©

Capítulo 39

Las últimas palabras de Dante, me han dejado incrédula, olvidando por completo el dolor que sentía anteriormente por la cachetada que él me había dado. Cuando menos me doy cuenta estoy sintiendo una horrible sensación en el pecho y no dejo de negar con mi cabeza. 

¿Cómo siquiera puedo llegar a pensar que lo que dice es cierto?

Claro que eso no es verdad. Obviamente se lo está inventando, aunque no sé qué es lo que ganará con toda esta mierda que me está haciendo.

Sus palabras siguen retumbando en mi mente y él me mira mientras mantiene en su rostro una estúpida y cínica sonrisa, en señal de que le divierte esto.

Heist Valera—repito una y otra vez ese nombre en mi mente y no logro recordar porqué algo en él me suena tan familiar. Dante suelta una corta carcajada, se acerca a la ventana mientras acaricia su barbilla y mira hacía afuera antes de volver a voltearse hacia mí.

— A ver Cassandra, no es posible que enserio seas tan tonta e ingenua —expresa ahora con seriedad mientras camina nuevamente hacia mi y se agacha ya que aún sigo en el piso.

Ahora estamos cara a cara y me mira intensamente con esa oscura y aterradora mirada que tiene.

— ¿Por qué mientes? —le cuestiono sin apartar mi mirada de la suya.

—No estoy mintiendo, tontita —susurra y dibuja una leve sonrisa en su rostro mientras se acerca más a mí y acaricia mi mejilla— Entiende que tú Henrry es el culpable de todas las desgracias que existen ahora en tu vida. Mató a toda tu familia para poder tenerte como siempre lo ha querido. No ves que fue la única persona en estar ahí para ti, aparentando ser un amable policía dispuesto a ayudarte sin siquiera conocerte. Se encargó de estar ahí como tu única opción, como tú protector y héroe. Te contó la historia que quiso y tú simplemente le creíste.

—¿Porqué te creería? No sé que ganas con esto...

— ¿Dónde está tu familia, Cassandra? —pregunta entre dientes interrumpiendo mis palabras—. ¿Por qué no vinieron a tu rescate cuando pasó todo esto? Solo debes de pensar un poco y lo entenderás, sabes que digo la verdad —acuna mi cara en sus manos y hace que lo mire a los ojos —, Cassandra, ¿porqué crees que tienes un guardaespaldas?

— Porque Henrry me cuida, quien asesinó a mi familia también me quiere muerta y ya me han intentado matar. Y tu estás mal, Henrry nunca me haría daño y mucho menos hubiese matado a mi familia, estás equi... —tapa mi boca para callarme y siento miedo por el terror que me causa cuando su mirada está llena de enojo.

— Que detallazo que te quiera cuidar de él mismo —dice burlesco por unos instantes antes de volver a ponerse serio—, ¡No estás escuchando lo que te estoy diciendo! ¿Qué historia te contó, eh? —quita su mano de mi boca.

De pronto sólo empiezo a pensar en todos los últimos sucesos que han habido en mi vida y no contesto nada a su pregunta. Mientras más vuelta le doy al asunto, más sentido intentan cobrar las palabras de Dante aunque intento convencerme a mí misma de que eso no puede ser cierto. Henry no puede ser quien él dice, Henry no pudo haber matado a mi familia porque no tenía razón para ello y Henry no me mentiría.

¿Pero y si tiene razón? Qué hago yo si Dante tiene razón y Henry me ha mentido todo este tiempo. Estoy temblando, las lágrimas no paran de recorrer por mi rostro y de pronto las palabras empiezan a salir automáticamente de mis temblorosos labios...

— Dijo que... mi padre tenía vínculos con narcos.

— ¿Y tu creés que tu padre iba a estar metido en algo así? —cuestiona con un tono bajo, y yo solo niego con mis ojos llenos de lágrimas.

Claro que no me lo creí, no creía que mi propio padre hubiese podido estar involucrado en algo tan horrible como el narcotráfico. Pero mientras más me negaba a creerlo, Henry y unos de sus colegas me mostraron evidencias donde se demostraba que la empresa agrícola de la cual mi padre era uno de los socios, sólo era una fachada para poder distribuir las drogas que ellos querían y casualmente el otro socio de mi padre huyó del país luego de su muerte.

— ¿Qué vas hacer conmigo? —es lo único que logro preguntar y me pongo de pies alejándome de él.

— Quería quedarme contigo un poco más pero cuando te veo me pareces más peligrosa y temo por mi vida así que, lo mejor sería devolverte —se burla—, ya te revelé el secreto de tu amado y eso era realmente lo único que deseaba hacer. Sé que ya crees en lo que te he contado. Heist lleva mucho tiempo obsesionado contigo y su estrategia para poder tenerte, fue arrebatándote a los que más amabas y dejándote sola —me lo vuelves a repetir con cierta gracia en sus palabra y sólo provoca que la rabia que siento empiece a aumentar mucho más

Sé lo que pasa, sé que piensa que soy una bomba que va a explotar en cualquier momento y le doy la razón. Si confirmo que cada una de las malditas palabras que ha dicho son ciertas, Henry se arrepentirá y sería capaz de matarlo con mis propias manos.