HERMANA ¡TU ERES MI PROPÓSITO! (EN PAUSA POR CORRECCIONES)

*SEMANA 1; Día 1* (Regreso a Casa)

—¡Vamos!, no quiero que lleguemos tarde y nos castiguen, eso te quitaría tiempo para hacer la tarea de tu maestrita

—Vamos Dani, no solo es de mi maestra, quiero decir, de la maestra, es de otras muchas...

—Pues con mayor razón.

—Oye, oye, oye. E-espera Dani —Aghh!, no puede ser, ¿Por qué?, ¿Por qué tenía que arruinarlo todo así?, sabía que el intentar evitar esos pensamientos de esa forma podría acabar mal

—¡Daniela,  para ti!

—¿E-enserio estas así solo porque me gusta una maes- digo, por que fingía que me ¨interesaba¨ una mujer un poco mayor que yo? —¡Mierda!, casi la cago, de nuevo— ¡Por favor!, ¡Son menos de 8 años de diferencia y ademas ya te dicho que tiene esposo, no es para tanto!, Además, eso ya no importa, ya decidí dejar esa idea estup-

—¡¿Ah no?!, ¡Tu mismo lo acabas de decir!, Tiene esposo, ¿Crees que eso es normal?, dime crees que... que tu cre-e-e... cres q-q-

Tal fue la alteración de Daniela en ese corto periodo de tiempo, o tal vez fue el extraño sentimiento que desde hacía unos mese comenzaba a sentir siempre que su hermano le contaba sobre cosas que tuvieran que ver con interacción con otras chicas pero, sin previo aviso y casi como una mala broma, uno de los ya habituales ataques de pánico vio la oportunidad de salir y desquitar el mal rato que le había hecho pasar su hermano

—¡Dani!, ¡Dani!, —Oh no, Oh no, no, no, no, no!,¿Por qué?, se, se supone esto no debería pasar

Daniela cayo de rodillas en el suelo un poco alejada de donde anteriormente se encontraban sentados ambos muchachos, Derek se apresuro y en un intento, quiso consolar a su hermana rodeándola con sus brazos, sin embargo ella no se dejó, apartándolo bruscamente con las pocas fuerzas que aún tenía

—¡Vamos Daniela! por favor, yo, yo no quería esto, perdón, ¡perdón por favor!. Yolo estaba tratando de hacer menos tensa la conversación, no quería enfadarte, por favor permítete ayudarte! —Dijo Derek con un notable tono de preocupación y algo desesperado

Tu sabes que para siempre, ¡siempre!, estarás primero tú, eres mi hermanita, aunque técnicamente eres mayor que yo, pero bueno eso no importa —aclarando su garganta— como decía, tu eres mi hermanita y nada de lo que haga será para lastimarte, siempre me tendrás a tu disposición.

A la vez que decía estas palabras con algo de agitación, extendía lentamente sus manos alrededor de su hermana sin tocarla esperando un gesto de aceptación de ella

Vamos, además es normal que un chico como yo tenga uno que otro amor platónico. Como sea, te quería decirte que al fin me di cuenta de lo raro y estúpido que era eso y... y bien, ya me olvide de esa estúpida idea, e-en serio, ¡te lo prometo!...

Enseguida el semblante de la chica que yacía arrodillada y encorvada tratando de sobrellevar su sofocación y la ansiedad cambió a uno ya no afligido, no, si no esta vez a uno de disgusto y hasta cierto punto de enojo

—Ah... Si bien, sabes también que eso no cambiará tu lugar en mi vida por nada... como ya dije, tu eres mi hermanita y siempre iras primero, aún antes que yo, solo... —ya con un tono más suave y menos tenso, casi como sintiese pena— yo, yo solo quiero... yo solo quiero que estés bien, que no tengas que sufrir más de ansiedad o de, o de otras cosas —dijo recordando el recién curado brazo de su hermana

En este punto, Derek había conseguido rodear con su brazos a su hermana de nuevo, y ella, al escuchar el final de la última oración, dejó que su cuerpo cayera suavemente, como una hoja que el viento rosa con delicadeza y obliga a caer con tierna suavidad en el suelo sin poder oponer la menor resistencia,  en el cuerpo de su hermano. Una vez más, este al sentirla en su torso, rápidamente la apretó con fuerzas, no mucha como para lastimarla pero si la suficiente para lograr transmitirle ese amor, cariño y arrepentimiento que sentía en ese momento, seguido de esto, comenzó a pasar su mano por sus algo maltratados pero aún suaves cabellos