El frío que invadía mi cuerpo parecía no acabar, estaba inerte en el suelo, nunca comprendí cual fue mi último suspiro, ahora era energía que vaga por el mundo buscando alguna luz que me lleve a mi eterno descanso.
Cada paso que daba era un profundo ardor en mi cráneo, mi constante castigo por aquel hecho, aquel que había destrozado a mi familia, amigos y pareja. No merecía descanso, no merecía nada, mis ojos se llenaban de sangre que salía de aquel hueco de mi frente.
Alguien había acudido a mi llamado de piedad, un ser tan hermoso estaba presente conmigo, tomándome de la mano y como si fuera mi primera vez, sentí un gran calor en mí, era aquel calor que emanaba el apuesto ser. Este hermoso ser que fue llamado muerte.
Oh hermoso ser, cúbreme hasta no saber de mí y llévame a tu lugar para poder estar eternamente a tu lado.
Oh mi dulce muerte, eres tan temida por nosotros lo humanos que no sabemos cuánto te entristece por estar tan solo.
Limpiare tus lágrimas de dolor por aquellos que te odian, te abrazaré para que el frío de las almas no pueda tocarte, pintare tu belleza como debería ser pintada.
Amada muerte, enséñame lo inexplicable del mundo, lo que es el bien y lo que es el mal.
Ven a mí, has que olvide lo no deseado, manchandome de ese rojo carmesí el cual provoca ardor en mi piel, haciendo que la vista sea borrosa y con ello una nueva vida, otra reencarnación de mi ser.
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Mémoires d'anxiété
RandomEstos pequeños escritos se llevan acabo cuando siento que la ansiedad está tomando una gran parte de mi, así que me dedico a realizar escritos de diferentes géneros. Espero que les llegué a gustar alguno de ellos y por favor no roben estos escritos...