A la mañana siguiente Nixie bajo a recoger a Harry a la enfermería con Sugar en brazos, mientras Ron y Hermione iban a iniciar la poción. Al llegar vio una camilla con las cortinas puestas, no le hizo falta acercarse para saber que era Colin, pues durante la noche había escuchado nuevamente la voz, pero estaba tan cansada que no había podido levantarse de la cama. El azabache seguía durmiendo por lo que se acercó a donde Calabaza estaba.
—¡Buenos días! —exclamó tomando asiento frente al minino anaranjado —. Mira te presento a Sugar —señalo a la gatita que disfrutaba de las caricias de su dueña —, es tu nueva hermana, más te vale aceptarla cuando despiertes y cuidarla mucho.
Iba a agregar algo más cuando escucho una voz a su espalda. Se giró y se encontró con unos ojos esmeraldas.
—¡Buenos días Harry! —saludo con la mano. Volvió a voltearse y siguió hablando con Calabaza, mientras esperaba a que la señora Pomfrey diera de alta al azabache.
—Tengo algo que contarte —dijo en cuanto hubo terminado su desayuno y se había cambiado —Vamos por Ron y Hermione.
—Bien, pero dame un minuto —dijo mientras tomaba a Sugar en brazos y se despedía de Calabaza.
—¿Y ese gato? —preguntó Harry mientras caminaban hacía los baños de Myrtle la Llorona.
—Es gata y es mía —dijo —, se llama Sugar, es la nueva hermana de Calabaza.
—¿Dónde la...?
—Llegamos —dijo Nixie interrumpiendo a Harry, después de asegurarse de que no merodeaban por el lugar Filch ni ningún prefecto, abrieron la puerta y oyeron sus voces provenientes de un retrete cerrado.
—Somos nosotros —dijo, entrando en los lavabos y cerrando la puerta. Oyó un golpe metálico, luego otro como de salpicadura y un grito ahogado, y vieron a Hermione mirando por el agujero de la cerradura.
—¡Harry! —dijo ella—. Vaya susto que nos has dado. Entren. ¿Cómo está tu brazo?
—Bien —dijo Harry, metiéndose en el retrete.
—Paso —dijo la rubia —, los escucho desde aquí.
Habían puesto un caldero sobre la taza del inodoro, y un crepitar que provenía de dentro le indicó que habían prendido un fuego bajo el caldero. Prender fuegos transportables y sumergibles era la especialidad de Hermione.
—Pensamos ir a verte, pero decidimos comenzar a preparar la poción multijugos —le explicó Ron, después de que Harry convenciera a la rubia de entrar y cerrara de nuevo la puerta del retrete. Hemos pensado que éste es el lugar más seguro para guardarla.
Harry empezó a contarles lo de Colin, pero Hermione lo interrumpió.
—Ya lo sabemos, Nixie escucho la voz durante la noche, nos lo conto en la mañana. Por eso pensamos que era mejor darnos prisa.
—Cuanto antes le saquemos a Malfoy una declaración, mejor —gruñó Ron—. ¿No piensas igual? Se ve que después del partido de quidditch estaba tan sulfurado que la tomó con Colin.
—¡Cuantas veces tengo que repetir que no es él! —exclamó Nixie.
—Hay alguien más —dijo Harry, contemplando a Hermione, que partía manojos de centinodia y los echaba a la poción—. Dobby vino en mitad de la noche a hacerme una visita.
Ron, Nixie y Hermione levantaron la mirada, sorprendidos. Harry les contó todo lo que Dobby le había dicho... y lo que no le había querido decir. Los tres lo escucharon con la boca abierta.
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Nixie y la cámara secreta
FanfictionCon nuevos cambios en su magia que le dificultan el control parcial de su cuerpo, Nixie debe volver a Hogwarts sin imaginarse que terminaría como sospechosa en una serie de ataques a muggles. El mundo de Harry Potter pertenece a J.K Rowling. Crédito...