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Dicen que el amor llega cuando menos te lo esperas y en la forma que menos imaginas. Que estúpido, es uno quien elige a quien amar o al menos con quien estar. Es uno el que decide que rumbo tomará su vida y las acciones que hará día a día.

Pero claro que el único estúpido fui yo, por tomar esa frase de forma tan literal, cuando tiene un trasfondo más profundo, más emocional, más real... más bello.

Tuvo que pasarme para que me diera cuenta. Estaba feliz con mi vida, las cosas en el trabajo iban bien, la serie era un éxito y los espectadores parecían encantados con cada episodio que salía. No podía estar más feliz.

Mi compañero era muy distinto a mí pero era un buen chico, algo ruidoso y bromista a veces pero nada que no pudiera soportar; mientras grabamos la serie pude conectar muy bien con él. Win tenía un talento innato que solo estaba esperando un empujón para desarrollarse a todo lo que podía, y aunque hubieron escenas que se le dificultaron siempre lo veías tratando de dar lo mejor de sí mientras se disculpaba.

Hubo una vez que se quedo sentado en una esquina con el ceño fruncido, con mil y un pensamientos rondando en su mente.

–¿Estás bien?

Él solo sintió con cabeza.

–Sabes, no te presiones tanto, mientras más pienses en el error más estará en ti. Solo déjalo ir, concéntrate en la escena, ten presente que cuando dicen acción no eres tú sino Tine, dejate fluir y lo harás mejor. –solté mientras le daba palmadas en la cabeza, quizás así lograba alejar aquellos pensamientos que lo atormentaban.

Sin darme cuenta quizás ahí comenzaron los... ¿problemas? Al menos en ese momento pensé que podrían serlos. Me esforcé por interpretar a Sarawat de la mejor manera, por sentir ese amor que profesaba hacia Tine, por ser capaz de ver todo lo que él pudo ver.

Tine y Win eran similares en cosas como su alegría, su ternura y en que siempre tenían una sonrisa para los demás. Si Sarawat fue capaz de notar aquello y enamorarse, quizás yo también y de esa forma podría interpretar mejor mi personaje.

No medí las consecuencias de aquello, comencé a mirar a Win de otra forma, me hallaba a mí mismo sonriendo cada que él hacia alguna broma tonta, siguiéndole los juegos a pesar de que no era mi estilo de humor pero el hecho de que sea él lo hacía divertido. Es difícil de explicar.

¿Me estaba enamorando? ¿De verdad? Ahí comprendí la dichosa frase, yo no había elegido enamorarme de Win, solo surgió, para cuando lo noté ya era tarde, ese sentimiento ya estaba instalado dentro mío y para ser sincero no tenía ganas de dejarlo ir. No sé si estaremos juntos, eso es algo que los dos debemos desear, pero sí sé que no lo voy a dejar ir tan fácilmente.

Quizá no elegí enamorarme de Win pero sí decido luchar para estar con él.

Love's not chosen - OS BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora