Estoy en el blah.
Es el día después.
Debería ser un buen día, pero pensar en lograr un buen estado emocional solamente logra hacerme sentir más incapaz, en todos los sentidos.
El blah es esa sensación que tienes luego de que todo estalló. Estallas en lagrimas, en emociones, y por un momento llegas a la cúspide de tu dolor, y luego todo se detiene, y te quedas inmovil. Dejas de pensar, dejas de sentir esa presión localizada en el pecho y el nudo en el estomago. Haces cosas solo por inercia. Como sonreir, caminar, comer o tomar una ducha.
Es un limbo entre los horrores que pudiste sentir, y el bienestar que, con suerte, lograrás sentir después.