caos [walls/Ginés Paredes]

-1-

Alberto suelta a su perro y le lanza la pelota para que corra. Mientras tanto, Juan saca tres litronas de la mochila y una botella de vodka. Alberto y yo lo miramos mal, pero al parecer no capta nuestra indirecta.

-¿Y los vasos?-le pregunta a Juan, obligandole a que rebusque en la mochila.

-no soy tan gilipollas-resopla sacando tres vasos de plástico.

-gilipollas no, pero un tacaño si. Estos vasos son reciclados de el cumpleaños de Dani-respondo al fijarme mejor en el recipiente.

-hay que cuidar el medio ambiente-recalca, elevando un dedo y hablando con un tono de voz mas agudo.

Comenzamos a beber cuando el sol empieza a esconderse tras los edificios. Hacia tiempo que no compartía un rato así con los chavales y en verdad me sabe mal, con ellos me he criado y pensar que no paso el tiempo suficiente con mi gente me da rabia.

A Juan ya le a subido bastante la litarona y los dos vasos de Vodk, porque se a subido al banco y a comenzado a imitar  Shakira en su peor versión.

Alberto se dedica a grabar todo, y yo, bueno, yo me doy cuenta de que Trol, el perro, lleva un buen rato sin asomar el hocico por aquí.

Me incorporo del suelo y sin que ellos dos me presten la mas mínima atención, me voy en busca del animal. No puede estar muy lejos, ademas este parque no es que sea especialmente amplio.

Decido mirar en los arbustos del fondo, de donde me a parecido ver movimiento. Me acerco con lentitud para no espantar a Trol, hasta que consigo apartar las ramas y conseguir mi objetivo.

Antes de dar media vuelta con el perro, me doy cuenta de que a echo un agujero y que de allí asoma la tapa de una caja. Miro al perro extrañado, aunque claro, no es que me vaya a responder, si como mucho me saca la lengua.

Me agacho para terminar de cavar. A medida que quito tierra una caja blanca un poco magullada se deja ver. La curiosidad me mata y decido abrirla, saco la tapa y me encuentro con un pendrive verde.

¿Pero que?

-¡GUALS AMEEGO NOO VAMOH PA CAZITAH!-la caja sale volando de mis manos cuando Juan me grita a mis espaldas.

-joder, un poco mas y me matas-me quejo, llevando mi mano al pecho para calmarme.

Alberto aparece de no se donde, solo que con la diferencia de que el parece estar mas sobrio que el otro.

-mejor me lo llevo a su casa-de inmediato le doy la razón.-Trol ven aquí chico-. El perro obedece y va tras los llamados del dueño.-nos vemos bro, vente mañana a casa y miramos lo del tema ese-.

-he, si si, de una-nos despedimos.

Alberto ayuda a juan de la manera que le es mas fácil, haciendo que su amigo se apoye en el por los hombros y ayudándolo a caminar.

Suspiro aliviado cuando me dejan solo. A saber que contiene este pendrive y ademas ¿Que hace aquí enterrado? No tiene sentido alguno.

Me levanto del suelo rápido, mala idea, un repentino mareo me empieza a torturar la cabeza. Espero a que se me calme un poco, y cuando eso pasa me voy corriendo a casa

Aun que se este terminando el verano y haga calor, las noches son frías, o al menos el viento es bastante frió.

Abro el portal y paso de llamar al ascensor, subo directo por las escaleras hasta llegar al segundo piso. Mi madre me mira extrañada al ver que entro con tanta prisa, por eso mismo oigo sus pasos tras de mi.

-Ginés ¿Y estas prisas? Ni te has molestado en quitarte los zapatos y ahora has manchado todo de tierra. Eres el mayor. ni Paco ensucia tanto.-pone sus brazos en jara, y creerme que esa posición intimida mucho bajo su mirad penetrante.-a y dúchate, hueles a alcohol.-me guiña un ojo antes de cerrar la puerta.

¿pero como le a dado tiempo a olerme?

Sacudo la cabeza para centrarme de una vez por todas en el pendrive. Cojo el portátil del escritorio y lo enciendo, de paso quito la tapa del chisme ese. El portátil, una vez encendido, introduzco el pendrive dentro. Tras unos segundos de espera una carpeta en el se deja ver en el escritorio. Clico sobre ella y de golpe y porrazo me salen un montón de grabaciones de voz almacenadas.

Le doy a reproducir a la primera grabacion con cierta curiosidad. Pasan los segundos , pero cuando llega el cinco, una voz de chica me inunda los oídos con su tono de voz tan dulce.

-Si has llegado hasta aquí es por una razón muy obvia; tienes el pendrive a tu poder...-presto con suma atención a todas y cada una de sus palabras.