A la mañana siguiente Ephona despierta a causa de la puerta al cerrarse delicadamente. Al no notar el ferviente calor se da cuenta de que seguramente Kalirk ha salido para cumplir sus obligaciones con la manada. Aprovecha que todavía la cama conserva el calor del macho colocándose donde antes estaba el macho acurrucándose con las mantas e intentar volver a dormirse, pero una sensación extraña en su pecho le impide volver a conciliar el sueño haciendo que parte de su mañana transcurra dando vueltas en la cama.
Las delicadas manos de su tía abren la puerta encontrándose a su sobrina completamente despierta, las ya de por si marcadas ojeras, en ese instante se acentúan consiguiendo un color violáceo. Esto preocupa a su tía que le pregunta si todo está bien, relajándose notablemente cuando ella le explica lo sucedido.
-¿Esa sensación desde cuando la tienes? -una pequeña sonrisa se forma en su rostro al saber ya la respuesta, puesto que eso es uno de los "efectos secundarios" del proceso de imprigmación-.
-Pues creo que desde que se fue esta mañana Kalirk -la sonrisa de su tía se amplía mientras le comenta vagamente sobre los sentimientos en el proceso de imprigmación mientras la morena se prepara para una intensa mañana de mercado-.
Las tres mujeres se despiden de las sirvientas saliendo de la cocina con varias cestas de mimbre para trasportar las cosas que compren. Lo que no esperaban era encontrarse con los lobos recién llegados de patrullar los alrededores del castillo, Kenneth mira fijamente como las tres mujeres caminan hacia las grandes puertas de la fortaleza. Mira fijamente a su Alfa que asiente débilmente no sin antes lanzarle la advertencia de que es solo un pequeño saludo nada que le ocupe excesivo tiempo y le retrase en sus obligaciones. Él asiente antes de correr hacia la mujer y abrazarla por detrás mientras le pregunta por los guardias, la mujer le mira dubitativa a igual que su respuesta esto hace que él dirija una mirada furiosa a los guardias de la muralla lanzando una gran reprimenda en un perfecto escocés haciendo que los dos hombres bajen rápidamente de lo alto de la fortaleza para acompañarlas.
Las tres mujeres caminan por el embarrado suelo mirando los puestos de comida, pero uno de telas llama la atención de Ephona que se acerca al puesto para mirar las diferentes telas y prendas. Una tela de seda azul. Una sonrisa se forma en su rostro con la idea de poder hacerse un nuevo vestido; la mano de su tía se posa en su hombro mientras ella mira fijamente. La señora mayor con una gran verruga en el centro de la frente le sonría mientras le deja toar el género, esta le pregunta algo pero rápidamente comprende que la joven Xana no habla escocés.
-¿Es para el cumpleaños de Kenneth? -la morena mira extraña a su tía que le explica que el cumpleaños es dentro de un mes y medio -.
-Pensaba hacerme un vestido nuevo, pero podría hacerle una camisa nueva ¿Podrías preguntarle a la señora cuánto cuesta? -entre la amable señora y Lala se crea una agradable conversación hasta que la señora no termina la frase mirando asustada hacia alguien que pasa por detrás del grupo de mujeres-.
Las dos jóvenes Xanas se giran para contemplar al grupo de hombres que protegen a un matrimonio que camina hacia la salida del mercado, sus pasos parecen estar grabándose en la retina de todos los presentes, a cámara lenta. Uno de los fornidos hombres se gira al sentir la mirada de las jóvenes en él, pero lo que más le sorprende a Ephona son los impresionantes ojos ámbar del macho que deja caer la mirada en la joven como una pesada piedra cae en el rio.
La anciana agarra con fuerza la gran capa que protege la espalda de la morena Xana acercándose peligrosamente a su cara gritando cosas que ella no puede entender, su hermana Xana habla con la señora intentando tranquilizarla hasta que aparecen los dos guardias alejando a las mujeres de la exaltada anciana.
Las tres mujeres se alejan del mercado volviendo a casa fuertemente escoltadas por varios lobos ocultados en el bosque por orden del Beta. Pero lo que estos no aprecian es la mirada lejana de unos ojos dorados clavados, en Ephona, como un imán al metal.
ESTÁS LEYENDO
Xanas
WerewolfLa aparente aburrida reunión institucional sobre el peligro que corren los refugios temporales de las Xanas juntará las vidas de un Hombre Lobo y una joven Xana. Quizás no sean la mejor pareja pero intentarán, a través de las décadas, crear juntos a...