A chance to change (Luke Hemmings) |5sos

Capitulo 12.

Al final del día, al llegar a casa, me dejé caer en la cama, aliviada y feliz. Por fin volvían a ir bien las cosas.
No dejaba de pensar en Luke y lo mucho que había cambiado físicamente: estaba más alto, había cambiado su pelo hacia abajo y de lado por una cresta despeinada la cual me encantaba, y, generalmente, se había hecho mas hombre. No había más que mirarle la cara. Le adoraba.
Pero un ruido en la puerta me desconcentró de mis pensamientos.

- La cena está lista hija

- Ya voy, mamá -me levanté de un salto.

- ¿Alguien esta muy feliz o me lo parece?

- Quizás -sonreí sentandome.

- ¿Eso se debe a haber pasado todo el dia con Evans?

- En parte. Pero.. ¿puede venir un chico mañana? Quiero que le veáis.

Mi padre se puso tenso, pero cedió. Mi madre también.

- ¡Genial! Os llevareis una sorpresa.

- Te dije que te olvidarías de Luke -sonrió mi padre victorioso.

Tras cenar, les di las buenas noches y subí a la habitación.
Como si supiese que acababa de entrar, sonó mi movil.

- ¿Si?

- Hola -adoro su voz- ¿puedo preguntarte algo?

- Claro Luke.

- Está bien, asomate por la ventana.

- ¿Qué? -reí pensando que no sería capaz.
Moví las cortinas y abrí la ventana. Sonreí como una tonta al verle ahí abajo.

- ¿Qué haces aquí? -pregunté a través del movil.

- Quería invitarte mañana a tomar algo por la tarde -sonreía.

- ¿Sabías que existe el Whatsapp y esas cosas, no? -reímos.

- También te echaba de menos -sonreí ante eso. Parecía que todo había vuelto a los años de cuando estábamos en Australia.

- Pues ya me has visto, ahora vuelve con los chicos anda.

- Está bien, buenas noches -saludó con la mano. Sonreí y cerré la ventana.

Pero algo en mí me hizo retroceder y abrirla de nuevo. Lo llamé.

- ¿Qué pasa?

- ¿Quieres subir? -dije melancolica, recordando todas las veces que se quedaba hasta que yo me durmiese.

- Por supuesto -sonrió como si el mismo recuerdo le viniese a la mente.

Iba a abrir la puerta de abajo en silencio pero en un abrir y cerrar de ojos, no sé como, pero por el árbol, subió y entró por la ventana.

- ¿Desde cuando eres un mono? -susurré y reí. Él solo se encogió de brazos sonriendo.

- Quitate la chaqueta, te dará calor aquí dentro -sonreí y la puse encima de una butaca.

Hablábamos en voz baja para que mis padres no se despertaran.

- Bonita habitación -sonrió.

- Gracias -devolví el gesto.

En verdad era una situación un poco incómoda, se hacía raro ahora.

Narra Luke:

Al subir a su habitación la situación se volvió un poco incómoda. Hacía tiempo de la ultima vez que me quedé acompañándola hasta dormirse, y ahora que éramos mayores se hacía más raro.

Sí, mayores. Porque aparte de la edad, físicamente Tina había cambiado. Más alta, esbelta, delgada, la cara un poco más fina y sus labios un poco más anchos. Ya no era la niña grande con la que estaba, sino que era una mujer, una mujercita.

Decidió ponerse el pijama y tras salir del baño se sentó en su cama.

- ¿Hasta que te duermas? -pregunté, rompiendo el hielo, y ella sonrió.

- Sí

Negué sonriendo y me senté junto a ella, y nos tumbamos.

- Quítate los zapatos y levanta los pies, asi estas mas comodo

Y tras hacerlo, la abracé. Ella se quedó quieta y tranquila entre mis brazos. Como solía hacer siempre.

- Yo también te echaba de menos -susurró tras un largo rato de silencio- y me gusta tu nuevo pelo -ambos reímos ligeramente.

- Sigues siendo la de siempre -acaricié su brazo despacito.

- Siempre lo seré -cruzamos miradas, y nos quedamos en silencio unos instantes más- quédate toda la noche Luke -sonreí.
Tras esto, dejó un suave beso en mi mejilla y se volvió a acurrucar.

- Toda la noche.. y la vida entera contigo -susurré cuando quedó dormida. La arropé y la volví a abrazar con cuidado. Parecía tan frágil durmiendo que sentía la necesidad de protegerla- te amo pequeña.

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