Destino Inesperado [Shadamy]

Capítulo 20

Si volvemos a la actualidad, el año vendría ser 1969; un año en donde Shadow y Amy ya llevan una relación muy feliz y de mucha confianza. El amor entre estos dos seguía incrementando sin que los erizos se dieran cuenta de ello; realmente estaban enamorados entre sí. Siempre salían a divertirse junto al pequeño Silver quien quería mucho a la ya buena amiga de su padre quien ahora es su pareja.

Ambos simpáticos erizos se encontraban sentados en el sofá, Amy estaba triste y muy conmovida por todo lo que Shadow le había relatado de su vida; y Shadow no podía creer que habían intentado violar a una joven tan responsable de sí misma sólo por querer ser una buena estudiante.

Un silencio hubo entre ambos, Shadow no sabía de qué hablar ahora ya que había recordado toda su vida pasada, y eso lo hacía sentir mejor ya que su novia ahora sabe más información de él. Shadow no se sentía triste, ni mal por ello, de hecho, se sentía orgulloso de tener a una joven eriza tan maravillosa e increíble como su novia, y muy hermosa por fuera.

Por otro lado, Amy observaba a su erizo con algo de tristeza, aunque esta se preguntaba el por qué de su tristeza debido a que Shadow se veía normal, ni siquiera le había afectado contar esos hechos, y se podía notar que sí había superado todos esos hechos terribles. Rose exhaló un suspiro, y formó una amplia sonrisa para que después abraze a su novio quien se sorprendió por el acto, pero correspondió como siempre lo hacía.

—Pobre de mi lindo erizo, todo lo que tuviste que pasar, pero realmente estoy muy feliz de ti, Shad, por haber sido valiente. —dijo Amy haciendo contacto visual con Shadow.

—Y tú no sabes cuán admirado estoy de ti, cariño. Quiero decir, ¿Ocho cursos diarios? ¿No afectó tu salud, bebé? —preguntó el erizo preocupado.

—La verdad es que no. Tuve síntomas, pero desaparecieron. —informó la eriza no dándole tanto interés al tema.

—Y espero que hayan desaparecido para siempre. —dijo Shadow besando la frente de su novia, hasta que recordó algo—. Y Rose, no te has encontrado con él aún, ¿Cierto? —preguntó este avergonzado.

—No te entiendo, ¿Te refieres a mi instructor? —preguntó esta asustada, pero Shadow negó, haciendo que Amy entienda—. Oh, ya sé a qué te refieres. No lo he visto desde entonces, desde que terminamos. —informó Amy acariciando el pelo blanco del erizo.

—Y si por casualidad te lo encuentras en un futuro... —dijo este deprimido.

Una risita soltó la eriza al ver que su novio estaba preocupado por aquello, Amy se sentó en las piernas de su erizo para mirarlo directamente a los ojos.

—Shadow, él ya es historia en mi vida, y por lo tanto, debo tener en cuenta el presente. Recuerda que el pasado es historia, el presente es un regalo el cual debemos estar agradecidos, y el futuro es un misterio que está por resolverse. Y si él aparece en mi camino, quiero que tengas en cuenta que él ya no me importa en lo absoluto, y que el único erizo quien debo amar, preocuparme, y cuidar, eres tú. —le dijo Amy tomando el rostro de su novio con sus manos con delicadeza.

Un rubor apareció en las mejillas del erizo negro, y dibujó una amplia sonrisa en su rostro, y tomó de las manos de su querida eriza.

—¿Ya te he dicho lo tanto que te amo? —preguntó el erizo besando el cuello de la joven.

—Sí, pero no me canso de escuchar aquellas palabras salir de tus labios, cariño. —respondió la eriza suspirando.

Estos se unieron en un apasionado y atrevido beso en los labios, pero Shadow se separó de ella rápidamente debido a que la excitación lo vencía, pues tenían algo pendiente en esos momentos, y no era el momento adecuado para volver a tener algo de intimidad a pesar de que no lo han hecho desde hace semanas. Amy se quedó mirándolo confundida, quería saber el por qué; al parecer ella no recordaba al lugar a donde debían ir.