Prólogo

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-- Y bien alumnos, ese será el proyecto de este semestre

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-- Y bien alumnos, ese será el proyecto de este semestre. La lista de parejas estará en el pizarrón de anuncios en la entrada de la escuela.

Sonaba el timbre de el fin de la clase. Kang Yeo Chan estaba inmersa en sus estudios como normalmente lo hace pero aún así tiene una extrema rivalidad con Choi Soobin, el segundo chico más inteligente.

Ella quería llegar a ser una gran química y para eso debía estudiar mucho ahora en su etapa de bachillerato (o preparatoría si les es más fácil).

Él por otro lado sólo quería ser notado por ella para que no lo vea como un rival si no como un hombre o por lo menos un amigo; sus sentimientos se veían obstruidos debido a su necesidad por estudiar y así ser un químico famoso como su padre. Además de que de ese modo al menos no era evitado o ignorado por ella como todos los chicos.

Y si, en la escuela se daban unas votaciones por la chica más deseada o amada y ella ha ganado esas encuestas desde su llegada incluso con los Sunbae nims. ¿Por qué? Se preguntarán: ella era una chica con una gran belleza tanto en el interior como en el exterior además de una mente impresionante que incluso puede sobrepasar las expectativas de cualquiera y su carácter es único, no de una mujer normal que se deja mangonear por cualquiera, ella era una guerrera que incluso daba miedo en los deportes. Era la chica perfecta.

Sin embargo ella se sentía presionada por su padre, la única familia que no la comprende ni aprecia.

Su madre, hermano mayor, hermanas e incluso sus amados abuelo y abuela  la elogian sin tener ningún sentimiento negativo, su vida se sentía bien en todo aspecto.

-- Ya llegué a casa.

-- Oh, bienvenida Yeo Chan-ah.

-- Huele delicioso, ¿qué hiciste de comer, mamá?

-- Tu favorito: Tteokbokki y Galbi.

-- ¡Eres la mejor!

-- ¿Y como va el novio?

-- Ninguno es digno de ganarse mi corazón.

-- Está niña es dura de convencer -respondió la abuela- tiene a todo el Instituto babeando por ella y ni siquiera se inmuta.

-- Ninguno corresponde a mis caprichos, abuela.

-- Caprichos, mi pie. Ni siquiera te pones a pensar en chicos por tu obsesión a estudiar y ganarle a ese tal Choi Soobin.

-- Si, bien. Iré a cambiarme. - se retiró a su habitación-

-- Sólo espero que encuentre al indicado.

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