En la casa de los Villalpando Martínez
—¿Porqué es tan difícil tratar contigo Marlen?
—Por la misma razón por la que tú eres terca —sonrió de lado.
Me acerque y tomé su muñeca para que dejara de hacer lo que sea que estaba haciendo con ese vestido.
—¿Porqué me odias? —la miré con el ceño fruncido.
Antes de que pudiera responderme, su teléfono sonó.
La escuché alejarse quitándose de mi agarré y responder.
Suspiré y volví a lo que estaba, escuché mi teléfono sonar pero sonaba lejano, tal vez estaba en alguna habitación, escuché pasos bajar y por las escaleras emergió Alonso, miraba mi teléfono confundido y después lo aventó contra la pared con todas sus fuerzas rompiéndolo.
—¿Qué carajos te pasa? es mi teléfono —levante lo que quedaba de mi celular y entonces el tomo muñeca bruscamente y me levantó haciendo que lo mirara a la cama.
—Alonso me estás lastimando —susurré mientras hacía muecas de dolor.
Tenía una expresión de enojo, pensé que podría golpearme en cualquier momento así que cerré los ojos, escuché un golpee pero no iba dirigido hacía mí si no hacía la pared, había golpeado la pared y sus nudillos estaban blancos de la fuerza que hacía y sangrando con el golpee que le había dado a la pared anteriormente.
—No te hagas daño —le hablé de nuevo.
—¿Quien es Osvaldo? —me quedé petrificada ante la mención de ese nombre y después le sonreí para parecer más calmada —un amigo amor, lo prometo, jamás sería capaz de engañarte —al parecer se la creyó y me soltó, me sobe la muñeca porque me dolía de la fuerza con la que me estaba tomando.
Suspiró, sonrió levemente y sentí mariposas en el estómago.
—Perdoname amor, no quería lastimarte, me enoje y no supe que hacer —me miro entre confundido y feliz —¿Porque nunca me contaste de él?
—Porque apenas me habló hace un par de días, no lo había visto desde la primaria —respondí tranquilamente.
Me sonrió y me abrazo, beso un lado de mi cabeza —te amo mi amor.
—Te amo más —respondí para poder discutir.
Nuestras discusiones siempre terminaban en besos, gemidos y más besos, tal vez unos cuantos marcas en el cuello.
Apretó lijeramente mi cintura y luche por no soltar un suspiro de placer, este hombre me encendía con solo palabras y toques.
—Quisiera Discuturlo pero tengo que ir a trabajar, te veo las noche —me despidió con un beso en los labios y se fue.
Estuve unas horas limpiando la casa. Cuando termine me había quedado de ver con Osvaldo en un parque para platicar, fui y estábamos platicando.
—¿Quieres un helado?
—si por favor —sonreí, fue por dos dos helados, me entrego uno a mí —Gracias —sonreí y empecé a comerlo.
—¿Recuerdas cuando jugábamos en los recesos? A veces estabas triste así que robaba un vestuario de los que usaban en los desfiles y me los ponía para hacer ese baile raro con el que te hacía reír y después me hacías bullying por ser tan raro —se rió y yo le seguí.
Recordaba eso perfectamente, a veces incluso se ponía un calcetín muy diferente al otro con el que hacia títeres.
—Tambien recuerdo que tú madre te regañara cuando usaba los calcetines como títeres, los pintabas con un plumón y tú madre pegaba el grito en el cielo porque ya después no podía despintar los —me reí a carcajadas y él me siguió.
—Dios un día incluso viniste sin calcetines porque dijiste que ya no tenías —dije entre risas y así estuvimos un rato.
Recordando anécdotas, hasta que se hizo silencio, me estaba mirando con algo de brillo en sus ojos.
—¿Qué? —pregunte confundida —¿Tengo algo en la cara?
Sonrió —si demasiada belleza, debería ser delito ser tan bella —sonreí sonrojandome un poco —gracias.
Unos segundos después tomo mi rostro y me beso, lo quite de inmediato y poco después apareció Alonso, lo estaba golpeando.
—¡Maldito no vuelvas a tocar a mi esposa! —le daba golpes y comenzó a sangrar por la nariz y la boca.
—¡No Alonso, por favor déjalo en paz, ya suéltalo! —me interpuse entre ellos y hasta ese momento fue cuando dejó de golpearlo, tomé su brazo para alejarlos a los dos y que no se volvieran a pelear, ambos tenían heridas en todo el rostro.
—Vamonos amor por favor, vámonos —me lo llevé, aún estaba enojado su pecho subía y bajaba rápidamente y tenía la cara roja de la ira, se soltó de mí y camino furioso hasta la camioneta, se subió azotando la puerta, me subí después de él.
—Amor... —trate de calmarlo pero entonces golpeó el volante casi destrozandolo, me sobresalté por el golpee.
—¡Nada de amor! —manejo en silencio como yo para no hacerlo enojar más, cuando llegó a la casa le di unos momentos para que se calmara, me metí a bañar, me estaba acabando cuando él entra, toma mi cintura y me abraza.
—Perdoname, no soporto la idea de que alguien te toque.
—Esta bien amor, no pasa nada —lo abrace y sonreí.
Comenzó a besarme el cuello, está vez no me contuve y suspiré excitada —Aah.
Llegó a mis labios y me beso dulcemente, pero yo enrede mis dedos en su cabello y profundicé el beso, me cargo porque yo era más pequeña que él, enrede mis piernas en su cintura y lo sentí debajo de mí.
Terminamos haciendo el amor en ese baño.
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Mi Hermana y Mi Novia ¿Rivales? [A.V & J.C][En Proceso]
RomansHola,soy Alonso Villalpando,tengo 22 años casi 23,tengo mi vida privada tras los escenarios,una hermana y una novia que son ¿Rivales?,no lo se,mi hermana es una buena chica,tiene 17 años casi 18,con respecto a Todo lo que NO tenga que ver con mi nov...