Elegía Al Amor Apasionado

Bésame. Fúndete en mis labios y yo en los tuyos hasta que estos no sean más que una marea Rosa en tiempos de tormentas.
Desnúdame. Quítame la ropa y acaríciame. Hazte a mi tacto hasta que te sea tan común cómo tener las manos vacías. 
Hazme tuyo, poséeme, amolda mi cuerpo como plastilina y haz las figuras que quieras. Usa mi cuerpo cómo un juguete viejo que tras tanto tiempo sonríes con ternura al verle pues recuerdas la felicidad que trajo a tu mundo.
Sé mío. Quiero que entres tan dentro que sea difícil distinguir que parte eres tú y cual yo.  Convertirnos en una sola alma, en un solo cuerpo.
Quiero que escondamos el mismo secreto, que si alguna vez más nos encontramos, pensemos en el mismo momento y ambos sepamos que lo estamos haciendo.
Quiero ser ese pecado inconfesable que te persigue cada noche y que llevarás a la tumba cueste lo que cueste.
Quiero fundirme en ti, que mi piel se derrita para estar siempre a tu lado.
Quiero perder la noción del tiempo y del espacio para centrarme en tu vaivén, nuestro vaivén tan apasionado como lento, al igual que una barca por Viena. 
Somos moldes perfectos para el otro, somos nido y somos pájaros, somos fuego y agua, somos el recuerdo de una noche de locura que jamás saldrá de nuestra boca.
Así que aprovechémonos de cada segundo que bailamos al son del amor, porque cuando llegue la luz por las ventanas seremos dos desconocidos. Tú irás por tu camino y yo por él mío y aún así siempre pensaremos en lo que podríamos haber sido.