𝓔𝓵 (𝟑)

485 38 0
                                    

Es irónico pensar que antes de conocerlo mi vida estaba tan bien organizada al entrar en la policía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Es irónico pensar que antes de conocerlo mi vida estaba tan bien organizada al entrar en la policía. No pensaba en nada más que cumplir debidamente con mi trabajo o de vez en cuando se me pasaba la idea de ir a tomar algunos tragos con Gustabo, y si estaba de humor también venía Conway. No tenía muchos amigos en la ciudad, tampoco es que me importara mucho, tenía a Gustabo que hace el papel de alrededor de 3 amigos... pero en algunos momentos se me pasaba por la cabeza socializar más con mis compañeros de trabajo, poder conocer gente con la cual también divertirme.

Fue un gran error tratar de hacer nuevos amigos... empecé a ver más a mis compañeros para tratar de ver si alguno tenía actitudes o cosas que me gustaran para poder entablar una conversación. Conocí a Greco una persona realmente divertida. Muchas veces me tocó patrullar con él, la pasabamos bien en lo que cabe, no es que tampoco podamos hablar mucho en persecuciones... un día nornal me propuso de ir a tomar unas copas con todo el cuerpo, no me pareció mala la idea, asi que decidimos asistir, obviamente me acompañó Gustabo.

Al bar que asistimos era relativamente tranquilo, teníamos unas mesas apartadas para el cuerpo, eso me agrado asi que no teniamos que preocuparnos por personas que podrían llegar a molestarnos. Reconocí a varios compañeros de vista, estos se ve que también lo hicieron porque al sentarnos con Gustabo en las mesas, nos saludaron alegremente.

También estaban algunos policias o integrantes del cuerpo que no reconocí. Empezamos a hablar entre todos y comentarnos lo que ocurrió en la semana para poder aligerar el ambiente, se volvió un sitio cómodo a partir de la charla. Pude conocer a más compañeros, lo que me hizo sentir demasiado bien al saber que podía integrarne fácilmente.

A mi lado derecho se encontraba Gustabo y en el izquierdo estaba un comisario, se que lo he visto en la comisaría algunas veces pero nunca pude hablar debidamente con él. Vi que se encontraba un poco callado y decidí hablarle -debí quedarme callado y solo meterme en mis asuntos- , empezamos a hablar de cosas normales como se habla con cualquier persona que no se conoce. Noté que al hablar del trabajo se notaba muy estresado por este, le ofrecí escucharlo, creo que eso le alegro, se veía que no tenia con quien quejarse o hablar de todo eso cuando llegaba a su casa. Me contó de como le irritaban todos esos payasos en la ciudad que no se tomaban en serio la vida de las otras personas y ponían en peligro a estas a la hora de huir. Me causaba un poco de ternura su cara de enojo, se empezaba a poner ligeramente rojo y le daba un toque de niño, era chistoso porque el a ser un comisario tan serio tenga cara de niño era raro...

Nos pasamos hablando gran parte de la noche y al final cuando nos dimos cuenta la mitad de nuestros compañeros se habían ido, el decidió entonces irse tambien ya que tenía turno en unas 6 horas, en cambio yo me quedé un rato más porque ese día lo tenía libre. Gustabo me siguió en la idea, después de un rato nos retiramos del bar. Estabamos demasiado cansados.

Cuando llegué a casa, lo primero que hice fue acostarme de una vez por todas en mi casa, estaba verdaderamente agotado. Me quedé pensando en todo lo ocurrido hoy, me alegre de conocer a gente nueva y ver que tenía a más personas con las cuales hablar. Después de estar metido un buen rato en mis pensamientos, me quedé dormido.

 Después de estar metido un buen rato en mis pensamientos, me quedé dormido

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝔈𝔣í𝔪𝔢𝔯𝔬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora