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El mayor había salido a comprar un par de cosas al supermercado junto con sus hermanos que hacían falta para la cena. Aquello solamente podía significar desorden y caos por todo el lugar, pues Boomer siempre se encargaba de que los otros dos no se pasaran del presupuesto establecido comprando cosas innecesarias.
—¡Brick, no llevaremos cortador de helado!
—¿Y por qué no? Si se ve bastante útil —afirma enseñándoselo a ambos—. Mira, si hasta te marca la medida de la porción que quieras. ¿Quieres una ración pequeña? Entonces ponlo en el nivel uno. Si quieres una ración mediana, en el dos. Y si quieres una...
—¡Si quieres una bofetada dímelo y te la doy ahora mismo! —espeta el menor.
—¡Maldita rubia!
Ambos comienzan a discutir de una forma tan ridícula e inmadura, que el resto de la tarde Butch tuvo que arreglárselas para poder estar lo más lejos posible de ellos para que así las demás personas no creyeran que eran hermanos suyos.
—¿Los conoces? —inquiere una mujer de edad avanzada, la cual se acerca al adolescente al ver cómo los observaba a distancia.
—Jamás los había visto en mi vida —asegura, a lo que la mujer asiente.
Una vez hubieron guardado todo lo necesario en el carrito y pagado sus productos, el trío se encamina hacia las afueras del local y guardan todo en la cajuela del automóvil de color negro.
El azul y el rojo, por su parte, no dejaban de pelear, atacándose al mismo tiempo y generando una discusión casi inaudible.
—¡Es que no es posible que nunca nos dejes comprar nada! Siempre tiene que ser lo que el teñido dice...
—Si tan sólo comprendieras lo valioso que puede llegar a ser el dinero a veces lo cuidarías un poco más...
—¡Ah, claro! Pero si se tratara de un artículo ridículamente caro de cocina; hola soy Boomer, tomen mi dinero, perras... —menciona lo último tratando de imitar la voz del ojiazul.
—¡No oigo, no oigo, soy de palo, tengo orejas de pescado...! —canturrea en voz alta.
—¡Lalalalala! No te escucho... —Se burla el pelirrojo.
Finalmente, luego de varios segundos de lo mismo, la paciencia del moreno se agota.
—¡SUFICIENTE! —Toma a cada uno de sus hermanos por una oreja (a Brick con la mano izquierda y a Boomer con la derecha), y los arrastra hasta la parte trasera del interior del vehículo, ignorando los quejidos y las súplicas de cada uno.
