24. Nunca se fueron, siempre estuvieron.

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Despierto de apresurada al sentir como el agua golpea mi cuerpo. Está congelada, intento respirar, abrir los ojos, pero no puedo. Es ahí cuando el agua ya no cae sobre mí, miro en dirección a esta y es uno de los guardias de Paxon quien sostiene una manguera frente a mí.

- Despierta, pajarito –dice Paxon, que está sentado- ¿Te da gusto verme? –dice fumando de su puro.

- ¿Por qué ahora, maldito? –digo con mi mirada nublada por las lagrimas que caerán.

- ¿Por qué te pregunto esto ahora? –dice apoyando los codos en las rodillas- O … ¿Por qué espere hasta ahora para matarte?

- Esperaste casi 4 años para encontrarme. Yo sé que no te demoraste  ni un día en hallarme. ¿Por qué esperar tanto tiempo?

- Quería ver que hacía la única chica que había escapado de Diamond. –volvió a fumar- Pensé darte una oportunidad, si es que tu no hablabas nada acerca de Diamond  y retomabas tus estudios en la secundaria –apoyo la espalda en el respaldo de la silla, dejando salir el aire por su nariz de forma cansada- Pero jamás pensé que te aprovecharías de tu suerte como puta y seguirías en esto, pero por si sola. Los derechos son reservados, pajarito –se froto el entrecejo- Fue difícil llegar a ti porque te desapareciste, contrataste abogados y te metiste con personas con poder. Las personas que mas ocultan tienen sus pecados.

-  ¿Por. Qué. Ahora?

- Uno de tus abogados fue a Diamond y creo que se le salieron algunas cosas que nos llevo a ti. Claro… luego de un par de años. Fue ahí cuando decidí matarte, pero antes torturar un poco tu vida, hacer que te arrepintieras, tal vez así volverías a Diamond y ese sería el peor castigo para ti.

- Jamás lo pensé, ni por un segundo.

- Lo sé cariño. Lo entendí un tiempo después. Estuvimos un año averiguando tu rutina, clientes y bla bla. También a tu bella madre –fue ahí cuando recién me entro el miedo de todo esto- Decidí que la mejor forma para saber de ti, era ser tu amigo. Fue por lo cual ascendí a tu amiguito –apunto a mi costado, ahí estaba Hannes, golpeado, ensangrentado y podía notar que había llorado. Dios, se me anudaba la garganta y mi estomago se achicaba hasta darse vuelta y querer revolverse con mis intestino. Esto era horrible.

- Mantén a tus amigos cercas, pero a tus enemigos un mas –dije recordando a Kyle, lo mire y este hizo que aplaudía, tras de Paxon.

- Le compramos un departamento, bueno... más bien matamos al dueño y le dejamos el departamento listo. Se topo varias veces contigo, tú no lo notaste por que estabas concentrada en tus otros amiguitos con dinero. Pero un día caíste y ¡bam! Eran inseparables.

- ¿Por qué Hannes está aquí si te ha ayudado todo este tiempo?

- ¿Hannes? –dijo sin entender- Oh, entiendo. Otro chico que vio en Abigail la oportunidad de escapar –rio- El nombre de tu amigo es Damek, alemán, puta y travesti. Te lo presento. Damek, Abigail –dijo señalándonos- Abigail, Damek.

- ¿Nunca trabajo para ti? –dije totalmente sorprendida, mire a Hannes y me miraba confuso.

- Claro que no. Damek era uno de nuestros peones para llegar a ti, de todas formas iba a morir.

- Eres un maldito, Paxon -dijo Hannes muy bajo, casi no le quedaba voz. Dios esto era la verdad máxima y dolía, dolía como ninguna.

- Claro que Damek “Hannes” No fue de mucha ayuda. No parecía interesado en cumplir en resolver las dudas de su jefe, quería una vida y la estaba teniendo. Amigos, dinero, viajes y novio. Lo siento, ex-novio.

I Can't StopDonde viven las historias. Descúbrelo ahora