CAPÍTULO 13 (2/2)

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Título: "Te regalo" by Carla Morrison

-"déjame quedarme aqui, déjame besarte ahí, donde guardas tus secretos"

p.o.v.YuNa

-Ya he llegado - dije entrando en mi casa y dejando las llaves en un pequeño bote que estaba en el recibidor de la entrada de casa.

Fui al salón donde estaba Solar y mi hermano. Ella leía un libro mientras jugaba entre sus dedos con un mechón de su pelo rubio, sentada en una punta del sofá. Y HueningKai estaba sentado en el suelo con las piernas debajo de la mesa de café con sus libros de la universidad mientras estudiaba.

-Hola, preciosa - me dijo Solar cuando me agaché a dejar un beso de su frente - ¿Cómo ha ido el entreno?

-Bien - le dije - no sé si me presentaré para bailar en los nacionales, pero me lo estoy pensando.

-Eso está muy bien, YuNa - me dijo con una sonrisa ancha en sus labios.

Sabía perfectamente quien era mi madre y de quien me venía el apellido, que la que me recogió del orfanato fue Rose, pero prácticamente me había criado Solar, y no la llamaría mamá, pero para mí era como mi madre, y sabía que para HueningKai también.

Pasé por el lado de ella y me acerqué a mi hermano. Seguíamos enfadados, bueno yo más bien era la que estaba enfadada con él. Esta mañana cuando hablamos de que dejaba el cargo, fue totalmente comprensivo y me dijo que no me preocupara.

No me había visto capaz, porque allí estaba Han con una bala entre ceja y ceja, y SeungMin con una herida de la primera explosión, Chan casi muere sino hubiéramos detectado la siguiente explosión. Sabía que no sería capaz de cargar con una muerte de mis amigos a mi espalda. Porque era lo que JiSoo nos había enseñado, cada movimiento que nosotras hacíamos, todas sus consecuencias y beneficios recaerían en nosotros, y yo no me veía capaz de hacerlo.

-Kai - lo llamé poniéndome de rodillas encima de la alfombra del suelo a su lado, él me miró expectante dejando caer su bolígrafo en la mesa - he pasado por delante de un escaparate - dije quitándome la mochila y buscando dentro de ella - lo he encontrado.

Le entregué aquel libro que tantas ganas tenía de leer sobre el espacio, las estrellas y los planetas, aparte de ser un obsesionado de los extraterrestres con Solar, lo era del cielo como nuestro padre.

Él lo cogió con sus manos y lo miró determinadamente cuando alzó la vista me sonrió grande y ancho.

-Gracias - me dijo y yo me lancé a abrazarlo por el cuello. Mi hermano me abrazó por la cadera, besando mi mejilla repetidas veces y entendiendo que, aunque no se me dieran muy bien las palabras, intentaba decirle que lo sentía, y que me perdonara por mi actitud inmadura.

Me levanté y le di una última sonrisa. Fui hacia la cocina donde escuché canturrear una canción a mi padre. Se le daba muy bien cantar, y aunque no le gustara alardear de ello, tenía una preciosa voz.

Entré en la cocina y me lo encontré cocinando la cena para los cuatro. Justo lo pillé cuando metía un hojaldre de esos de chocolate que tan bien le quedaban, porque mi padre no sabría hacer muchas cosas, pero eso se le daba de muerte.

-Hola - le dije dejando un beso en su mejilla.

-Hola, cariño - me dijo sin dejar de remover en la olla - ya te he escuchado decir que te estabas pensando lo de los nacionales - me dijo y yo me senté en la encimera a mirarlo - me alegro muchísimo.

-Yo también - le dije robando un trozo de zanahoria que cortaba - pero aun lo estoy considerando - le dije y él me asintió - ¿vienen Jennie y Jeno?

UTOPIA; 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora