[seongsan: no te vayas]

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💽 SHY Martin - Bad In Common

AVISO: Este capítulo contiene escenas sexualmente explícitas. Si eres una persona sensible a estos temas y/o menor de edad, no la lea. Si lo hace es bajo su responsabilidad. Se recomienda la discreción del lector.

La primera vez que lo vio, estaba sentado en una de las mesas de la cafetería con sus amigos. No podía haberse fijado en él en la ceremonia de apertura porque había demasiada gente y él, desde lo alto del escenario, prefería centrarse en decir su discurso mirando la pared para no sentir todos aquellos ojos puestos en él. Pero ahora lo estaba viendo. Algo en él lo había llamado la atención, pero no sabía el qué. Lo ignoró y volvió a prestar atención a su mejor amigo.

Fue cuando se quedó solo, cuando descubrió la verdad del chico a quien se lo había confiado todo desde que eran críos, volvió a reparar en él. Necesitaba tomar el aire y respirar para poner sus sentimientos en orden. Entonces le escuchó. Una voz que entonaba de forma atrayente una historia fantástica. La siguió hasta que dio con él, el chico sonriente en el que se había fijado el primer día de clases cuando este estaba en su primer curso. Habían pasado algún que otro año ya, pero todavía lo recordaba. Lo invitó a tomar un café y así fue como comenzó su historia. Así fue como conoció a San.

Por el otro lado, el menor siempre había tenido un ojo puesto en él. Desde que lo había oído hablar en su discurso, le había dejado fascinado y no había podido evitar tomar cada oportunidad que tenía para verlo y escucharlo hablar con otras personas. Pero él nunca intervenía, hasta ese momento. No se lo había esperado, pero parecía que fuera obra del destino.

El padre de San siempre fue alguien muy estricto y con ideales conservadores. Aquello siempre había sido complicado para el hijo, que había terminado por descubrir con el paso de los años que era homosexual. Su padre quería que estudiara para ser abogado, pero él quería dedicarse a la literatura. Tenía hora de llegada a casa y era exigente con sus notas.

Después de aquella taza de café acompañada de una calmada y agradable conversación en la que Seonghwa se había quedado admirado con lo energético y alegre que era el menor, hubo más quedadas después de clases. Por una de ellas, a San se le fue la hora y llegó tarde a casa. Tal y como se esperaba, su padre le gritó y lo castigó sin poder volver a salir por una semana. A la mañana siguiente, tenía un mensaje de Seonghwa para volver a tomar un café. No respondió. Les dijo a sus amigos que tenía que ir al baño con una sonrisa para luego echarse allí a llorar. Fuera una casualidad o fuera el destino, el mayor entró en ese mismo baño y lo escuchó.

Fue él quien lo consoló y fue él quien, día tras día, lo animaba a contarle a su padre cómo se sentía. Pero no era tan fácil para San, no era tan sencillo. Había pasado toda su vida temiendo a su progenitor, ¿cómo iba a enfrentarse a él ahora?

Una tarde, Seonghwa fue a casa de San a recoger al menor. Lo recibió el padre de este, tal y como se esperaba. 

- ¿Puedo hablar con usted un momento, señor Choi? 

- Claro.

Al día siguiente, el hombre le dijo a su hijo que fuera al salón a hablar con él. Lo pidió que se expresara abiertamente sobre sus sentimientos y pensamientos. San se sorprendió por esta propuesta y, aunque al principio hacía cómo que no sabía a que se refería, terminó contándoselo todo entre lágrimas. El hombre asintió comprendiendo y le explicó su historia y el por qué era tan estricto con él. Pero, contra toda expectativa, entendió el punto de vista de su hijo y le prometió intentar ser mejor padre en adelante. Así fue también como, aquel día, San salió del armario. Al principio, el hombre estaba distante con su hijo, pero terminó aceptándolo.

My Precious Treasure: Why so shy? [YUNSANG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora