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Tuvimos que usar platos de vidrio.

Maldecido sea el momento en el que olvidé mi billetera.

Solo espero que nadie rompa nada, al final por más que nos paguen, es difícil conseguir los platos al mismo precio de antes. Vaya a saber uno cuánto salen ahora... No, no. Ni siquiera quiero imaginarlo... Porque lo peor es que comprar un plato del modelo común que utilizan las cafeterías y restaurantes, significa que tienes que comprar más de uno, generalmente vienen de 5 o más, y eso sale caro...

Suspiré mientras terminaba de colgar unos últimos detalles en el techo.

Todo verde, ya hasta casi me da asco ese verde que caracteriza tanto a Deku.

Ser el número uno significa que tu cara esté incluso en los inodoros y no te puedes quejar.

Suspire mientras bajaba de la escalera y la tomaba para regresarla al almacén con normalidad. Ya tenemos todo listo, solo hace falta esperar y rezar por suerte, si este cumpleaños sale bien, empezaremos a tener un poco más de publicidad y fama.

Aún sigo asimilando el haber conocido a Bakugou y haberlo invitado para hoy.

Por supuesto no vendrá, estoy consciente de ello, pero me ilusiona mucho.

De igual manera, no puedo seguir andando en las nubes, tengo que prestar atención.

Pasó una hora hasta que el pequeño niño que cumple hoy llegó. Sus padres parecían ser muy serios, no los vi sonreír en ningún momento.

Que miedo....

A partir de ese momento, comenzaron a llegar los otros 15 invitados con sus padres.

Terminaron siendo más de lo que teníamos informado, al final tuvimos que improvisar para que hubiera lugar para todos.

Apartamos algunas sillas y mesas y pusimos almohadones y alfombras en el suelo para los niños, mientras que los padres se sentaban en las mesas.

En cierto momento la madre del niño se acercó y tocó mi hombro, lo cual sin duda alguna me puso con los nervios de punta.

— Lamento mucho esto, debimos avisar que tendrían cinco personas más. Te pagaremos esos cinco más.

Por un segundo pensé que se quejaría por los pantalones blancos sucios de su hijo.

Jajaja.

— Está bien, por ahora dejemos a los niños disfrutar, luego veremos esas cosas.

Ella asintió y se fue.

Sigue sin sonreír, me pone muy nerviosa.

Aun así, los juegos fueron un éxito, lo mismo la comida y cumpleaños en general.

Cuando todo terminó, Ray se encargó de los padres mientras yo limpiaba... El desastre.

Más de uno de los pequeños tiraron de las decoraciones entre juegos e hicieron más basura de la que me hubiera gustado. Al final la mayoría de las decoraciones no las íbamos a poder reutilizar, una lástima.

F R A C A S O ‹ bakugou katsuki x lectora ›Donde viven las historias. Descúbrelo ahora