Forastero | Staxxby en Karmaland

Capítulo 12

-¿Oíste eso? –Dijo Luzu, terminando de recoger su cama.

-No... ¿Qué cosa? –Preguntó Auron confundido.

-¡Es Alex! ¡Sígueme! –Exclamó.

Se subió a su caballo y comenzó a cabalgar en dirección hacia el lugar en donde escuchó el sonido, Auron se había quedado muy atrás pero Luzu no estaba dispuesto a perder la oportunidad de encontrar a Alex. Muerte corrió y corrió, pero se toparon con una alta colina que les obstruía el camino, como pudieron buscaron la manera de rodearla, sin hallar nada interesante. Luzu, confundido, decidió trepar la colina, por lo que se bajó de Muerte y esperó que no se alejara mucho. Al treparla lo único que encontró fueron un par de plumas amarillas muy parecidas a las de Jimmy ¿Qué acaso Jimmy había estado allí? ¿O eran plumas de chocobo? Las tomó de todos modos, luego las compararía. Pero ya no sabía hacia dónde ir, no se escucharon más gritos y había perdido de vista Auron. Genial, ahora eran dos los perdidos. Bajó la colina con audacia y corrió hacia su caballo, el cual ya se había alejado un poco, se montó en él e intentó volver por el camino por el cual había corrido. Pero no había ni rastros de Auron. Volvió a la laguna junto a la que habían dormido aquella noche, y comenzó a sentir impotencia, golpeó su frente con su mano y respiró profundo. No había tiempo de buscar a dos personas.

Lo que Luzu no sabía esa que Auron, al haberse quedado atrás en la carrera de su compañero y perderlo de vista entre los inmensos árboles, decidió frenar en su chocobo, fue cuando algo llamó su atención a su izquierda, algo tirado sobre el césped. Indeciso entre seguir a Luzu, esperar a que vuelva, e ir a buscar aquel objeto, optó por lo último, pues si seguía a Luzu podría perderse, y esperarlo tampoco rentaba para bien, pues cabía la posibilidad de que fuese Luzu quien se perdiese. Tiró de las riendas de su chocobo para que virara y se acercó al objeto abandonado.

Al final resultó no ser la gran cosa, eran nada más y nada menos que un par de hojas de papel blancas, mas no era algo inútil, pues Alexby había aspirado a convertirse en fotógrafo, y necesitaba las hojas. Levantó su cabeza y miró a su alrededor, buscando alguna otra hoja que lo guiara al paradero de su amigo, pero no había nada más a la vista, lo cual era muy extraño.