Sorpresa

1.1K 106 5
                                    


Varias semanas pasaron completamente llenas de felicidad, ya era común que algunos días yo fuera por Jennifer y estuviera un par de horas conmigo en la veterinaria, sobre todo cuando su padre tenía que salir del pueblo por cualquier cuestión; con cada día que pasaba más me imaginaba toda una vida con ellos, y mi relación con Leo era cada vez más sólida, tan llena de amor y de pasión como una hoguera encendida, había comenzado a darle clases de piano a Jenni y la pequeña iba avanzando notablemente cosa, a su familia encantó; era una noche normal pero ambos habíamos estado un poco cargados de trabajo, cosa que Martha notó.

-Queridos-dijo viéndonos completamente cansados a punto de quedarnos dormidos mientras veíamos una película-, se ven como zombies, deberían salir este fin de semana solos y distraerse un rato.

-Pero tenemos que cuidar a Jenni mamá-respondió Leo-, recuerda que Anna se va los fines de semana...

-De eso no se preocupen-intervino su madre-, nosotros podemos hacernos cargo de ella, además hace mucho que no la tenemos en casa y eso nos alegraría bastante, miren, el viernes yo voy por ella a la escuela y la traemos el lunes por la tarde, ustedes salgan, diviértanse que mucha falta le hace.

Nos vimos por un par de segundos antes de aceptar la oferta de Martha, probablemente sí nos ayudaría distraernos un rato, Leo le comentó la idea a Jenni quien de inmediato aceptó, una noche antes la ayudé a elegir la ropa que se llevaría a casa de sus abuelos

-¿Segura que es todo lo que llevarás princesa?-pregunté revisando por segunda vez su pequeña maleta.

-Creo que sí-respondió con su dedo índice sobre sus labios.

Cerramos la maleta y cenamos los tres juntos, subió a dormir con ayuda de Anna en cuanto terminó.

-¿Y qué haremos este fin de semana solos?-pregunté en la puerta de mi auto cuando estaba a punto de irme.

-Pues, mañana podemos cenar en algún lugar del pueblo, pasamos la noche juntos-curvó una seductoras sonrisa-, el sábado podríamos ir a Austin a pasar el día y a algún lugar donde podamos bailar en la noche, y el domingo otro rato en la ciudad.

-Me parece bien-respondí con una sonrisa antes de despedirnos con un suave beso.

Llegó a la veterinaria cuando faltaban algunos minutos para cerrar y nos dirigimos a un restaurante en el centro del pueblo, era un lindo lugar iluminado por candelabros en varias partes del salón y un candelero en cada mesa, nos condujeron a nuestra mesa ubicada cerca de una ventana, opté por un filete mignon bañado en una salsa de tamarindo y de guarnición papas salteadas con finas hierbas y una ensalada de espinacas con frutos rojos, él pidió un filete de salmón a la mantequilla con una guarnición de puré de papas y algunas verduras al vapor, tomamos un poco de vino tinto y un delicioso pie de limón como postre, por supuesto los pequeños besos no faltaron, me encantaba, nos dirigimos hacia mi casa donde pasaríamos la noche, nos sentamos en la sala a tomar una copa de vino antes de dormir, o al menos ese era el plan, el cual cambió un poco ya que en un momento terminé sentada a horcajadas sobre él unidos en un apasionado beso, sentí sus manos deshaciéndose de mi blusa y mis jeans por lo que yo hice lo mismo con su ropa, de nuevo me coloqué en la misma posición continuando con el beso, mis senos quedaron desnudos ante él por lo que de inmediato bajó sus besos hacia ellos, se deshizo del resto de nuestras prendas y entró en mí lentamente, nos quedamos quietos un par de segundos antes de comenzar a moverme, sus manos acariciaban mi espalda y mis nalgas aumentando la intensidad de mis movimientos llegando a la cima unos cuantos segundos después, nos quedamos un rato en la sala, abrazados e intercambiando besos de vez en cuando.

Salimos a la ciudad después de almorzar y nos dirigimos a buscar algún hotel dónde pasar la noche, optamos por uno que tenía unas vistas espectaculares hacia el Lady Bird Lake, dimos una caminata por un parque cercano antes de ir a comer al restaurante del hotel, sí, su madre tenía razón, apenas llevábamos un par de horas fuera y ya comenzaba a sentirme mejor, nos recomendaron un bar donde una banda tocaba una mezcla de country con rock por lo que nos dirigimos a ese lugar cuando la noche cayó, ocupamos nuestros lugares y pedimos un par de cervezas viendo a las parejas que ya ocupaban la pista de baile haciéndoles compañía unos minutos después, a decir verdad yo no sabía mucho de ese baile pero él supo llevarme bien aunque algunas risas sí hubieron cuando me equivocaba.

Lazado Corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora