Lara.
Estaba sentada con mi taza de café sobre la encimera de la cocina, mientras Ana me hablaba sobre su pelea con Jhon anoche. No quería que terminaran por culpa mía.
–Prométeme que no harás nada para vengarte de Santiago. - dijo en seguida.
Sabía que eso era imposible, cruce los dedos por detrás mientras le decía el "si" más falso de la historia. Solo haría una cosita para que Santiago las pagara.
Después de nuestra conversación anoche, él ya tenía claro que esto era la guerra.
Hice lo posible por no toparme con Santiago en las residencias y en la universidad. Me senté lo más distante posible en clases.
Cada vez que veía mi rayón en la moto, me da una punzada en el corazón. Santiago no me dirigió la palabra en el los primero bloques de la clase. Sabía que él había hecho mal.
Lo haría sentirse peor. Se me ocurrió una pequeña travesura mientras estaba sentada en el campus de la universidad.
Tal vez debería hacer lo mismo que hizo el inmaduro, rayar su carro. Lo que es igual no es trampa, pensé.
Espere a que todos entraran a la última clase y sigilosamente camine al carro de Santiago.
Saque la llave del apartamento, una de las llaves era lo suficientemente filosa para hacerle algún tipo de daño al carro.
Y así fue, estampe mi obra de arte en fina pintura del apreciado carro de Santiago.
Mi plan era entrar a clases y cuando terminara, salir de primera. No tendría este show en la universidad.
Después resolveríamos el problema, de cualquier forma. Pero en la universidad no.
En clases no me concentre lo suficiente, solo me podía reír de lo que había hecho.
Voltee por un momento para ver a donde estaba Santiago, estaba concentrado escribiendo los apuntes que estaban en la pizarra. No tan lejos estaban sus amigos, Tiago también estaba concentrado escribiendo. Eric revisando el teléfono.
Y de inmediato me tope con la mirada de Luke. Que se había dado cuenta que los estaba observando. Sentí como mi cara se enrojeció. Tenía pena de que me fuera conseguido observando de esa manera.
En seguida me mostró sus dientes perfectos. Yo le regrese la sonrisa, pero la mía fue forzada.
Lo había tratado mal el día anterior y él estaba ahí tratándome de mil maravillas.
El profesor termino la clase y salí enseguida. No mire atrás y arranque.
Sentí que casi volé para llegar al apartamento. Pero tenía que desaparecer antes de que Santiago viniera por mí. Cuando lo hiciera, estaría aquí esperándolo.
ESTÁS LEYENDO
Aléjate o déjate llevar
Teen FictionLara y Santiago, muy diferentes pero al mismo tiempo tan iguales, con las mismas ganas de comerse al mundo. Lara es una chica fuera de lo común, desde su aspecto hasta su personalidad ruda y fuerte, chocara con Santiago al demostrar de verdad que un...