Capitulo 55

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Lara.

Tomé mis cosas en seguidas de boxeo y salí a la práctica. En el estacionamiento todavía no estaba el carro de Santiago.

Tenía que estar preparada para nuestro próximo enfrentamiento. No sabía lo que venía después de lo hecho. Pero de seguro no sería nada bueno. Si antes Santiago me odiaba. Hoy de seguro ni me quería ver en pintura.

Pase primero por la playa, necesitaba tomar las fuerzas necesarias para todo lo que vendría.

Amaba las playas de Chicago. Enterré mis pies en la arena, entre tanto veía las olas, a las personas en el agua y los niños jugando a hacer castillos.

Ay Lara, no sales de un problema para entrar en otro. Me dije.

Las olas de la playa me recordaban a Jeremi. Como amaba la playa. Fuimos más de una vez a punta Cana. Era increíble como cambiaban las cosas, como el amor que le profesabas a alguien de la noche a la mañana podía desaparecer.

Sabía que aún quedaba algo de cariño dentro de mí, había sido mi único y primer amor.

Sacudí mis pies y me fui a clases de boxeo.

Me cambie en los baños, colocándome el top y el short. Me puse mis guantes. Estaba preparada para drenar todo de la única forma que sabía.

Alguien me agarro del brazo y me llevo al pasillo oscuro cerca de los baños.

–Porque cojones rayaste mi carro? - Santiago me miraba con rabia.

–Que haces aquí? ¿Acaso me andas persiguiendo? - dije de inmediato.

–Responde a lo que te pregunte, te dije que te pagaría la pintura. - dijo el.

–No me basta solo con que me pagues la pintura. Te lo dije en la madrugada. Esto era guerra. - dije.

–Me las pagaras todas fenómeno, me tienes cansado. - dijo mientras me soltaba.

Lo detalle y tenía vestimenta de boxeo..

Así que venía a practicar. 

Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora